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La emergencia generada aguas abajo de Hidroituango, que puso en alerta a 17 municipios de Antioquia, Sucre, Córdoba y Bolívar, no solo ha tenido en vilo a las autoridades de Gestión de Riesgo, sino también a las encargadas de la logística electoral.
Así lo dio a conocer el informe previo a los comicios de la Misión de Observación Electoral (MOE) en el que se señala que cinco municipios de Antioquia y tres de Sucre -aguas abajo del Río Cauca- pueden ver afectada la jornada electoral del 27 de mayo. En total estos ocho lugares congregan a cerca de 185 mil habitantes y 90 puestos de votación. Solo en Antioquia son 49 mesas.
Se trata de los municipios, según el informe, de: Cáceres, Caucasia, Nechí, Tarazá y Valdivia en Antioquia y Caimito, Guaranda y San Benito Abad en Sucre.
Sumado a esto, el Ideam emitió una alerta en la que asegura que hay 197 municipios de 16 departamentos que pueden tener una catástrofe –152 en alerta roja y 45 en naranja– esto, según la MOE, puede complicar la jornada. Según la Misión el principal riesgo está asociado a crecientes de los ríos y posibles deslizamientos de tierra y se incrementa en las áreas rurales que “podrían estar en mayor condición de vulnerabilidad de afectación climática el día de las elecciones”, asegura.
En Antioquia, por ejemplo, son 24 municipios que podrían resultar afectados, cuyo censo total es de 441.470, es decir, casi el 10 por ciento de la población total de votantes en el departamento.
Ante la emergencia el Gobierno Nacional ya tomó medidas. Un equipo encabezado por el viceministro Héctor Olimpo Espinosa se reunió en la tarde del pasado viernes con las autoridades locales del departamento para analizar la situación. “Hicimos una revisión de las condiciones de la zona, ya tenemos un plan de acción que se le presentará la próxima semana al ministro del Interior, Guillermo Rivera, para el manejo de la situación. Será él quien tome las decisiones”.
Frente a la problemática de los municipios ribereños que podrían resultar afectados por la alerta, advirtió Espinosa que van a organizar un dispositivo para que los puestos de votación, con niveles de vulnerabilidad alta por inundación, se trasladen y “así garantizar el derecho de los electores a participar. Eso no quiere decir que trasladaremos todos los puestos, solamente aquellos de alta vulnerabilidad. Si se decide el traslado se informará a la comunidad”, aseguró Espinosa.
Según Bibiana Clavijo, politóloga de la Universidad del Rosario “la tradición electoral ha demostrado que en temporada de lluvias se reduce la participación. Incluso se puede decir que lo que baja es el voto de opinión, pues el voto amarrado es fijo independiente de las condiciones”.
Agregó que hay un antecedente “en las elecciones locales del 2008 cuando resultó elegido Samuel Moreno como alcalde de Bogotá llovió a cántaros lo que le quitó a Peñalosa buena parte de su caudal. Por eso, los candidatos que tienen electores en el sector de opinión deben animarlos a que voten independiente de las condiciones”.