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Después de ocho años de sequía de uribistas en el Gobierno, y en la medida en que se afianza la nueva administración, ha aumentado la participación de los antioqueños en posiciones importantes del Estado, y a la vez ha disminuido el malestar que generó, en algunos sectores, la poca participación del departamento en el gabinete.
Varias instituciones claves para el país, que manejan presupuestos millonarios o de alta responsabilidad quedaron en manos de paisas, como el Sena, el Invías, el Icetex, la Supersalud y la Agencia Inmobiliaria Virgilio Barco.
También en la guardia pretoriana del presidente Iván Duque nombraron paisas como el empresario Carlos Enrique Moreno, el oficial (r) de la Armada Felipe Coral, y Carmen Henríquez, militante uribista.
Además, de los 16 ministerios 2 están presididos por nacidos en Medellín, el de Salud y el de Justicia. Pero tanto Juan Pablo Uribe como Gloria María Borrero crecieron en otras regiones del país.
Dos viceministerios también están al frente de personas de la región: en Economía Digital está Jehudi Castro, ingeniero de Eafit, que aunque no nació en el departamento se crió en Medellín, y en Energía está Diego Mesa, con estudios de pregrado y posgrado en el exterior, pero nacido en la capital de la montaña.
Y aunque no fue nombrado de manera directa por el presidente Duque, sí fue postulado por su Gobierno como secretario general de la Comunidad Andina (CAN) el político y diplomático antioqueño Héctor Quintero Arredondo, cercano a Luis Alfredo Ramos.
Por el momento han sido designados dos embajadores antioqueños: el exrepresentante a la Cámara por el CD Federico Hoyos (Canadá) y el militante uribista Alberto Rendón (Chile), cercano al senador José Obdulio Gaviria. También podría llegar a una embajada el administrador y economista Esteban Ramos, hijo del exgobernador Ramos.
Antioquia fue la circunscripción electoral donde más votos obtuvo Duque, no solo por sus raíces paisas y sus capacidades, sino por la influencia del expresidente Álvaro Uribe, principal barón electoral en la región, y por la antipatía que despertaba el presidente Juan Manuel Santos entre algunos de sus pobladores.
En primera vuelta, Duque sacó en Antioquia 1.367.745, lo que representa el 18 % del total. Impuso una marca histórica y dobló al exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, quien medio año antes era el favorito en la región en encuestas.
En segunda vuelta impuso otro récord, con 1’844.027 votos, el 72,5 % de los sufragios depositados; es decir, el 17 % del total nacional, y fue el más votado en 120 de los 125 pueblos del departamento. Incluso, en varios sacó más del 90 % de los votos, como Betulia y Salgar (Suroeste).
Ante estos guarismos, algunos políticos como el representante por Antioquia Jhon Jairo Berrío, del Centro Democrático, sienten que el departamento está poco representado en el gobierno nacional, “si se tienen en cuenta la población, el tamaño, su importancia y apoyo político que se vio en las elecciones presidenciales”.
En contraposición, la senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, afirmó que Colombia, con este nuevo gobierno, está empezando a ver algo distinto y es que la participación en este no está determinada ni por el partido, ni por el departamento.
“Los más importante es que cada funcionario tenga conocimiento de su cartera y compromiso con todo el país, porque uno no debe gobernar para su departamento sino para Colombia, por encima de regionalismos. Es una señal en sentido correcto”.
Por su parte, el representante Óscar Darío Pérez, el más votado por el Centro Democrático en Antioquia, reconoció que es verdad que son pocos los paisas en altas dignidades, pero que hasta en eso apoya al presidente Duque.
Sobre la composición de su gabinete, Duque le dijo a EL COLOMBIANO, el mes pasado, que cumplió lo que prometió en campaña, que era tener un equipo paritario, con capacidad técnica y sin influencia de la “mermerlada”.
Los representantes de los partidos políticos que hacían parte de la Unidad Nacional, en el pasado gobierno, tenían puestos en el Estado, pero esta ocasión ni los matices del Centro Democrático criollo o los del Partido Conservador que se alinearon tienen cuotas.
Este diario consultó al representante Juan Espinal (Los Paolos), al senador Santiago Valencia (equipo Valencia Cossio) y a cercanos al ‘Ramismo’ y coincidieron en que no tienen cargos en el Gobierno.
En el caso del Sena y la Supersalud, si bien el director Carlos Mario Estrada es cercano a la senadora Holguín y al representante César Eugenio Martínez, y el súper Fabio Aristizábal a este último, fueron nombrados por su cercanía a Duque e idoneidad técnica.
De quien sí son cercanos todos es al expresidente Uribe. La mayoría ha trabajado con él, como Marión Vásquez, asesora de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, quien fue de su Unidad Técnica Legislativa; o trabajaron en su gobierno, como Victoria Eugenia Restrepo y Juan Esteban Gil.
Las juventudes uribistas sí tienen representación. El abogado y excandidato a la Cámara Hernán Cadavid, de Barbosa, es el nuevo director Jurídico de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Otros pocos que nunca han militado en el uribismo, como los ministros Uribe y Borrero, y los viceministros Castro y Mesa, son de la entraña del presidente Duque.
Los antioqueños se arrastran más antioqueños, como es el caso del Sena. Estrada se llevó para cargos directivos a personas que trabajaban con él en Comfenalco, como Juan Fernando López Mejía, que ahora es el director de Planeación del Sena, a Alexander Parra, Farid de Jesús Figueroa y Hernán Darío Fuentes.
Otros paisas podrían ser nombrados en los próximos días, pues aún quedan entidades nacionales acéfalas, como Fonade, y cargos de segundo y tercer nivel en diversas entidades. Y como es tradición, también habrá antioqueños en los cargos regionales que faltan por proveer, como el ICBF y la Dirección Territorial Antioquia - Chocó, del Ministerio de Transporte.
En el Sena Antioquia es probable que continúe Juan Felipe Rendón, hijo del próximo embajador de Colombia en Chile. También faltan los directores territoriales de la Dian, las superintendencias, el ICA, el Inpec, el DNP y los representantes del presidente en las juntas directivas de cámaras de comercio, universidades y en el Metro. Muchos uribistas no pierden la fe .