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Lo que tiene que saber de la anulación de inscripción de cédula

El Consejo Nacional Electoral tuvo que reversar la anulación de cédulas en Bogotá. Quejas aumentan en regiones.

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El CNE tiene 4 días para resolver 80.000 reclamos
20 de octubre de 2015
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13.286
cédulas fueron anuladas en Medellín.
Infográfico

Un mensaje de texto enviado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) llegó al buzón de 1.605.000 colombianos. En el teléfono móvil de Elsa Bermúdez se leía lo siguiente: “la inscripción de la cédula efectuada en Rionegro, Antioquia, fue dada de baja por trashumancia”. Esta notificación llegó a las seis de la tarde del sábado 17 de octubre, ocho días antes de las elecciones regionales. Doña Elsa había inscrito su cédula en Rionegro porque hace cuatro años dejó de vivir en Medellín y quiere ejercer el derecho al voto en su municipio. Para sorpresa suya y de su familia, hoy es considerada trashumante.

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La historia se ha repetido en 1.100 municipios del país. En Bogotá, por ejemplo, a 71.472 personas les anularon la inscripción de la cédula porque cambiaron de puesto de votación. En Antioquia, el CNE anuló 167.092 cédulas, de las cuales 13.286 inscripciones fueron invalidadas en Medellín; 11.731, en Envigado; 6.605, en Sabaneta, y 13.528 en Itagüí.

Aunque hace dos semanas el CNE publicó las resoluciones donde aparecían las cédulas anuladas, las personas que no conocían esta información fueron notificadas el sábado pasado y no saben si pueden votar ni en dónde. “Somos muchas personas las que nos hemos ido a vivir a Rionegro y nos enteramos hasta el sábado que no podemos votar”, cuenta doña Elsa. Para ella votar no será difícil: puede ir a Medellín, donde lo hizo por última vez.

El CNE es claro: “La anulación de inscripción de cédulas no vulnera el derecho a votar. Los ciudadanos que fueron declarados trashumantes tienen derecho a votar, solo que deben hacerlo en el último lugar donde votaron”, dijo Felipe García, vicepresidente del tribunal.

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Los casos

Este problema es más complicado cuando el último sitio queda a kilómetros de distancia de donde vive la persona. En Envigado, por ejemplo, se han presentado casos de personas que vivían en Bogotá, pero que desde este año residen en el municipio e inscribieron su cédula allí. La única opción que tienen para votar es viajar hasta Bogotá el 25 de octubre.

Víctor Vergara, por ejemplo, es un ciudadano que inscribió su cédula en Bogotá, pero el CNE se la anuló: “si voto donde voté la última vez sí es trashumancia, porque fue en Villavicencio...”, le respondió el ciudadano a la entidad.

El tema de la trashumancia se volvió viral cuando se conocieron casos como el de Ricardo Arias Mora, candidato a la Alcaldía de Bogotá, y el de Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia, a quienes también les llegó el mensaje de texto del CNE. “Transhumancia es delito con cárcel. El problema de la Registraduría con las bases de datos debe ser tan grande que a mí, mi señora y mis dos hijos nos llegó un mensaje diciendo que por ‘trashumancia nos daban de baja nuestras cédulas’. Todo porque nos inscribimos en un nuevo sitio de votación cerca de la casa donde llevamos viviendo hace 10 años. ¿Sobre esa base de datos y esas decisiones es que se va votar el domingo? Pobre democracia”, dijo Yepes a este diario.

Los casos se fueron multiplicando. El senador José Obdulio Gaviria trinó así: “Mi sobrina lleva 5 años viviendo en Bogotá; casada con bogotano; su hijita es bogotana... y no puede votar por Pacho por trashumancia”. A su voz se sumó la de la senadora Claudia López, del Partido Verde: “Recibo decenas de denuncias sobre errada eliminación de inscripción de cédulas. CNE ‘depuro’ a decentes para cuidarles negocio a politiqueros”.

Por fortuna para los bogotanos, el CNE anunció al mediodía de ayer que ya no se haría efectiva la anulación de cédulas allí: “El Distrito Capital es un caso especial. Se encontró que se le había dado tratamiento a las distintas localidades como municipios separados, y siendo doctrina del CNE de cerca de 20 años, no puede haber trashumancia por localidades”, dijo el magistrado García. En otras palabras, si alguien había inscrito su cédula en la localidad de Suba y vivía en Usaquén le anularon la cédula, algo que no establece la legislación sobre trashumancia. En lo que respecta a las demás regiones del país, añadió el magistrado, “está la oportunidad para interponer recursos de reposición. Esta semana deberá tomarse una decisión con respecto a los recursos que prosperan en cada uno de los municipios”.

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A correr con el trámite

El recurso de reposición es la última salida para que doña Elsa pueda votar en Rionegro. En una carrera contrarreloj tiene que reunir los documentos que prueban que vive en el municipio (como un certificado de libertad, facturas de servicios públicos, telefonía celular, carta de la Junta Administradora Local, entre otros) y presentarlos ante la registraduría municipal. Esta opción no garantiza nada. El CNE ha recibido cerca de 80.000 recursos de reposición en el país y será difícil que resuelva todos los casos antes del 25 de octubre.

En las regiones del país esperaban que el CNE suspendiera las resoluciones con las que anuló 1.605.000 cédulas, como lo hizo en Bogotá. Sin embargo, el magistrado García señaló que las condiciones son distintas y no contemplan esta opción.

En Antioquia se han visto toda clase de reacciones. Dos ciudadanas, Rocío Holguín y Alba Lucía Vélez, vivían en arriendo en una casa de Guayabal y por eso inscribieron sus cédulas en Medellín. Sin embargo, después del trámite les pidieron el inmueble y se regresaron a Itagüí. El CNE les anuló las inscripciones y ahora temen ir a votar porque sienten que podrían ser arrestadas por trashumantes. Al respecto, el CNE indicó que si a la persona le anularon la inscripción puede votar en el puesto donde lo hizo en las elecciones pasadas. Eso sí, el recurso de reposición es importante para que al ciudadano no le abran un expediente en la Fiscalía o en la Procuraduría: “Lo importante es que el ciudadano demuestre su vinculación material con el municipio. A la autoridad electoral le corresponde verificar si se dio una inscripción irregular de cédulas. Esto se le comunica a la Fiscalía y a la Procuraduría”.

Lea aquí: CNE admitió errores en la anulación de cédulas inscritas

El CNE se desbordó

De las 4.001.753 cédulas inscritas en el país, el Consejo Nacional Electoral anuló 1.605.000, lo que representa un 42 por ciento. Al cierre de esta edición, el CNE tenía en sus oficinas 80.000 recursos de reposición. Según cifras de la entidad, solamente el tres por ciento podrían ser aceptados.

La metodología del CNE ha comenzado a ser criticada. Su mismo vicepresidente admitió en Blu Radio que hubo fallas: “Se encontró de una fracción de lo que corresponde a Bogotá tenía el Fosyga desactualizado (...) estamos indagando qué porción de base de datos pudo haber estado arrojando el error por actualización”.

Este año, el CNE y la Registraduría cambiaron la metodología para identificar los casos de trashumancia. En junio pasado el Ministerio del Interior expidió el Decreto 1294 que obligaba a la Registraduría a cruzar diferentes bases de datos para verificar si el ciudadano inscrito sí reside en el municipio donde va a votar. Las bases de datos con las que han estado los funcionarios de la Registraduría son: Sisbén, Fosyga, Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe) y el Registro Único de la Unidad de Víctimas.

Fuentes del CNE le dijeron a EL COLOMBIANO que “no se advirtió que las bases de datos estaban desactualizadas. Esta vez se actuó de manera improvisada, en parte por la presión del Ministerio del Interior, que emitió un decreto. Se dictan resoluciones de forma rápida para satisfacer la galería, pero no se aplican ni discuten los criterios técnicos. ¡Hubo bases de datos que fueron entregadas el 8 de octubre! Todo a la carrera”.

Dos factores jugaron en contra del CNE: algunas bases de datos estaban desactualizadas y el tiempo para analizar los cuatro millones de cédulas inscritas era muy ajustado. En elecciones pasadas, el organismo analizaba con la Registraduría los municipios en donde se interponían denuncias. Esta vez se fueron presentando problemas cuando, por ejemplo, una persona cambiaba su lugar de residencia sin cambiar su lugar de afiliación en salud. Como no correspondía el lugar de residencia, el CNE anulaba la inscripción de la cédula. La entidad no tuvo tiempo para analizar caso por caso, y terminó emitiendo 1.100 resoluciones en solo 10 días.

“Del afán no queda sino el cansancio. Hay muchos recursos que van a quedar sin resolverse. La gente a la que le anulan la cédula puede votar en el sitio en el que votó antes, el problema ahora es la gente que inscribió la cédula en una ciudad y había votado en otra”, añadieron fuentes del CNE.

Para Jaime Arrubla, exmagistrado de la Corte Suprema, la decisión del CNE fue “inoportuna. Las elecciones están sobre el tiempo y no le están dando la posibilidad a las personas de controvertir. Otra historia habría sido si hubieran tomado la decisión con un poco más de tiempo”.

Lo que hay que corregir

La nueva metodología para identificar la trashumancia fue aplaudida por diferentes organizaciones porque fortalece el control frente al trasteo de votos. Y con este método se pudo identificar, por ejemplo, que en Antioquia, Cundinamarca, Santander y Boyacá se presenta la mayor cantidad de municipios con casos de trashumancia.

Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), considera que “el diagnóstico es correcto porque se han podido evidenciar serios problemas frente a las inscripciones de cédulas. El problema que surgió está directamente ligado con el calendario electoral. Las fechas que se establecieron limitan la reacción de los ciudadanos para presentar un recurso de reposición por ejemplo. En segundo lugar, por primera vez se efectuó una evaluación de las inscripciones de cédulas con diferentes bases de datos, las cuales podían presentar problemas por desactualización”.

Para Barrios, no toda la responsabilidad debe recaer en el CNE: “ La Registraduría hizo el cruce en las bases de datos y se les entregó posteriormente al CNE. Hay un problema en la estructura de los tiempos. El 25 de agosto se cerraron las inscripciones y tuvieron que hacer en menos de un mes consolidar las inscripciones, estudiar las cédulas y hacer los cruces correspondientes”.

Un efecto no deseado del enredo que se ha presentado con la trashumancia electoral podría ser el beneficio de aquellos que sí están trasteando votos: “La tarea urgente del CNE es revisar las peticiones que están haciendo los ciudadanos. Los que han utilizado el sistema de compra de votos para inscribir gente pueden aprovechar este desorden para consolidar el trasteo de votos”, concluye Barrios.

Las opiniones están divididas en el CNE. Aunque fuentes de la entidad le confirmaron a EL COLOMBIANO que “muchos recursos se quedarán por fuera”, la organización emitió un comunicado señalando que “el Consejo Nacional Electoral se compromete a resolver los recursos con notificación a la Registraduría”. Quedan cuatro días para resolver 80.000 recursos.

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