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En zonas golpeadas por la violencia no confían en procesos electorales
Los partidos políticos y las alcaldías están entre las instituciones más desprestigiadas.
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FOTO COLPRENSA
12 de junio de 2015
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En las denominadas zonas de consolidación del país, es decir, en los 59 municipios ubicados en regiones de gran valor ambiental y estratégico que han sido afectadas por el conflicto armado, los cultivos ilícitos y la débil presencia institucional, se refleja un mayor apoyo por parte de la ciudadanía frente al proceso de paz, según lo confirmó la más reciente publicación del Barómetro de las Américas 2015.
Lo paradójico del análisis es que así como hay un respaldo al proceso de negociación de La Habana, lo que llevaría a la apertura de más espacios democráticos, los habitantes de las zonas de consolidación desconfían en los procesos electorales, pues cerca de una tercera parte de los encuestados dijeron que los resultados de las pasadas elecciones al Congreso se vieron afectados por fraude electoral (ver gráfico). Y aunque esas amenazas fueron en las pasadas elecciones, el fantasma no sería ajeno frente al próximo proceso del 25 de octubre.
Estas situaciones, según Miguel García, codirector del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, podrían explicar la baja confianza de los ciudadanos en instituciones como la alcaldía y los partidos políticos, lo que contrasta con lo que pasa con la Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas y las Iglesias Evangélicas, que ocuparon los primeros lugares en confianza.
Para Miguel Silva, profesor de la facultad de Ciencias Políticas de la UPB, ese mayor apoyo al proceso se puede explicar en que quienes han sido víctimas directas del conflicto ven con optimismo el fin de la guerra como producto de un acuerdo.
Silva afirmó que contrario a lo que se cree, y como consecuencia del trabajo político que las guerrillas han hecho en las últimas décadas en esas zonas, hay regiones donde las Farc no despiertan un rechazo tan contundente como sucede en los centros urbanos y “tristemente han ganado legitimidad frente a las comunidades”.
Agrado con la democracia
Otro de los hallazgos es que paradójicamente en esas zonas de Colombia, los índices de satisfacción con la democracia son mayores a los nacionales, lo que coincide con la aprobación de la gestión del presidente Juan Manuel Santos, quien no sale tan mal librado en esta medición como sí le ocurre en otras encuestas nacionales.
Para Silva, “a pesar de que la democracia no funciona muy bien en esos territorios, es valorada, porque es vista como un mecanismo para tramitar intereses particulares, pues una de las áreas mas vulnerables al clientelismo son precisamente estas regiones rurales”.
Según García, ese repunte en la aprobación ciudadana de la gestión del presidente puede explicarse en el hecho de que en esas zonas hay un mayor apoyo a una salida negociada del conflicto, principal política de este Gobierno.
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