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“En ninguna parte del mundo se escogen candidatos por encuestas”: Luis Alfredo Ramos
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Ramos y Uribe han trabajado de la mano en las últimas dos décadas. Como gobernador, resaltó siempre la gestión de Uribe en la Presidencia. FOTO ARCHIVO EL COLOMBIANO
25 de noviembre de 2017
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Esta semana se cumplió un año desde que la Corte Suprema de Justicia decidió devolverle la libertad, de manera incondicional, al exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, Luis Alfredo Ramos Botero, luego de tres años y tres meses de detención preventiva en la Escuela de Caballería de Bogotá.
Ese hecho puso de nuevo a Ramos en el sonajero presidencial. En marzo pasado concluyó su proceso, con solicitud de fallo absolutorio por parte de la Procuraduría General y con la condena e imputación de cuatro testigos por falso testimonio.
No obstante, y pese a que hace unos días recibió el carné oficial del Centro Democrático y dijo que estaba listo para ser presidente de Colombia, ante la demora del fallo y anticipándose a una posible no aceptación del expresidente Álvaro Uribe, como ocurrió con Óscar Iván Zuluaga, dio un paso al costado mientras se define su situación judicial.
En diálogo con EL COLOMBIANO manifestó que no puedo asumir una candidatura para que lo tengan en “salmuera” y que la Corte debió decidir hace nueve meses su situación. Cuestionó el método de escogencia del candidato único del uribismo.
¿Por qué no le gusta el mecanismo de encuestas escogido por el CD para definir el candidato presidencial?
“Me parece que es no es el mejor. Soy partidario de un mecanismo distinto, de una convención con representantes de todas las regiones del país, o de una consulta. En ninguna parte del mundo se escogen los candidatos a la Presidencia por encuesta, y menos en la forma como está diseñada. Es una gran equivocación”.
A falta del fallo de la Corte, ¿se truncaría, por segunda vez, su aspiración presidencial?
“Aquí en Colombia las cosas no se resuelven, y eso es lo que enreda a la justicia. Tres años y tres meses, por falsos testigos, ya desenmascarados todos, estuve privado de mi libertad. Hace un año la propia Corte, por iniciativa de ellos, me concedieron libertad incondicional, por no existir nada que ameritara seguir detenido, pero aún no se da el fallo”.
Pero si no tiene ninguna inhabilidad y confía en que el fallo saldrá a su favor, ¿por qué aplazó su precandidatura?
“La demora de la Corte me pone en la circunstancia de que no puedo presentar mi nombre como candidato presidencial, no porque haya un impedimento sino porque uno queda sub júdice, a merced de los medios de comunicación y de las críticas que lo señalan a uno por no tener el caso resuelto.
¿Qué pasa si ese fallo llega en enero o febrero del próximo año?
“Es mejor no anticiparme a eso, pero ya para esa época no me beneficia, ya no puedo ser candidato a nada, ya no me da tiempo para iniciar una candidatura”.
¿Tiene esperanza en que ese fallo salga antes de que termine este año?
“Podría darse. Todavía quedan dos o tres semanas de definiciones de la Corte antes de terminar el año y de que inicie la vacancia judicial. Esto podría dejarme alguna posibilidad”.
Pero usted no ha parado correrías políticas por Antioquia y el país.
“Sigo recorriendo el país, visitando las regiones, hablando con la gente. He ido a más de treinta universidades y les cuento mi caso, que es un absurdo. Entre otras cosas, el último falso testigo que llamó la Corte Suprema fue un sargento del Ejército condenado por un falso positivo. Declaró que, en 2005, presidía los consejos de seguridad conmigo en Medellín, y yo fui alcalde entre 1992 y 1994. Además, un sargento no preside nada. Eso fue un ridículo. Luego dijo que le pusieron en la declaración cosas que él no había dicho, eso es infame”.
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