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Vientos de crisis agitan el Partido Liberal
Elección de candidatos a presidencia y Congreso, la causa. Piden salida de Gaviria y hablan de disidencias.
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FOTO COLPRENSA -
Humberto de la Calle, elegido como candidato del liberalismo el pasado 19 de noviembre, es uno de los más afectados por la crisis de esta colectividad. No despega. FOTO colprensa
14 de diciembre de 2017
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La división del Partido Liberal es evidente. Varios de los que aspiraban a ser candidatos a la presidencia por esta colectividad, como los senadores Viviane Morales y Juan Manuel Galán, ni siquiera se presentaron de nuevo para las elecciones parlamentarias y el exministro Juan Fernando Cristo, y los senadores Horacio Serpa, Sofía Gaviria y Luis Fernando Velasco encabezan una cruzada para sacar al expresidente César Gaviria de la dirección del partido.
Si esto no fuera suficiente, el candidato oficial a la presidencia, Humberto de la Calle, salió a pedir explicaciones por la contaminación en las listas de la colectividad al Congreso de candidatos con serios cuestionamientos.
El malestar
Aunque la crisis se hace evidente hasta ahora comenzó. En la consulta de noviembre para escoger candidato a la presidencia, el senador Galán se mostró en desacuerdo con la manera de escoger candidato y armó una pequeña disidencia de la colectividad.
Tomó más fuerza con el rechazo al llamado manifiesto liberal, un documento que comprometía al candidato a suscribir los compromisos asumidos para cumplir con el Acuerdo de paz.
Sumado a eso, el jefe del liberalismo insistió en realizar la consulta para elegir candidato a la presidencia, la cual costó $40 mil millones y que le trajo al partido un amplio rechazo popular.
Las listas a Congreso
El Partido vio como la crisis aumentaba sus proporciones luego de la consulta liberal cuando se comenzaron a definir las personas que aspirarían por un cargo al Congreso. Finalmente Galán y Morales abandonaron las toldas de liberalismo.
Ante esa crisis, el exministro de Interior, Juan Fernando Cristo, lanzó contundentes críticas: “nos equivocamos eligiendo a Gaviria como director del Partido, actúa de manera amiguista, grupista y clandestina. Hay que convocar un congreso del liberalismo ya, para producir el relevo generacional de actitudes y de ideas que necesita el Partido si no, esto nos conducirá al fracaso”.
Casi a la misma hora, el reconocido senador Horacio Serpa dijo que no aceptaba “los manoseos del doctor Gaviria ni sus procedimientos cesaristas para elaborar lista Senado”. Con este pronunciamiento aseguró que no volverá a ser candidato.
Lo que olvidó mencionar es que su hijo Horacio José aspira al Senado con el número 100. El caso se repite con el excandidato por la consulta Juan Fernando Cristo, quien tiene a su hermano Andrés Cristo Bustos en el renglón 16.
Los supuestos amiguismos
Al parecer el malestar se produjo luego de la reunión con el presidente del partido, el pasado viernes, pues, pese a que todos tenían su número, se hicieron cambios de última hora dirigidos a personas cercanas a Simón Gaviria.
La cabeza de lista a la Cámara por Bogotá, Juan Carlos Lozada, hijo del sancionado exsenador Ricaurte Losada, fue incluido a última hora desbancando a la actual representante Clara Rojas. Al respecto la congresista aseguró que se enteró de la decisión por los medios. Sin embargo continúa su aspiración con el número 102.
Así mismo, quienes encabezan la lista al senado por el Partido Liberal, Mauricio Gómez y Fabio Amín, parece que fueron otros de los cambios de última hora impulsados por Gaviria.
¿El nuevo Liberalismo?
Juan Manuel Galán aseguró que no volverá a presentar su aspiración y protestó porque “sacaron de las listas a Andrés Guzmán y Mauricio Toro”.
Esto bien puede significar el renacer del Nuevo Liberalismo de su papá, Luis Carlos Galán, que ya está en camino. “Varias figuras liberales intentan revivir la personería jurídica del Nuevo Liberalismo. Veo con muy buenos ojos eso, apenas justo que el movimiento pueda resurgir, para abrir nuevos espacios de participación, que no tiene el liberalismo. Aspiro a que esa petición prospere”, dijo.
Esta no es la primera división histórica que ha tenido la colectividad. En 1973 Carlos Lleras Restrepo intentó postularse por segunda vez a la presidencia de la República, pero su rivalidad con Alfonso López Michelsen no lo permitió.
De hecho, el segundo intento de Michelsen por llegar a la presidencia, en 1982, se vio truncado por el liderazgo de Luis Carlos Galán.
Para Juan Carlos Ruiz, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, esta colectividad siempre ha tenido divisiones “el debilitamiento es muy fuerte pues ahora tiene dificultades para aglutinar a sus miembros con una sola idea. Indudablemente hay una división que va a llevar a que De La Calle no tenga la facilidad para hacerse con la presidencia o pasar a una segunda vuelta”.
El asunto no es fácil, las diferencias son evidentes; el candidato a la presidencia Humberto de la Calle no despega, está de cuarto en la última encuesta que publicó la revista Semana (con 9% de aprobación) y su intención de hacer alianza con Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo y Claudia López, no dio frutos. A esto se le suma la rebelión contra Gaviria de quien algunos señalan que está más preocupado por alistar el camino para su hijo, el exdirector de Planeación Nacional, Simón Gaviria, que por el futuro del liberalismo.
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