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Las minas siguen siendo un problema en Briceño

El Gobierno advierte de la contaminación por explosivos, que persiste en varias veredas de Briceño, impide la ejecución de programas oficiales.

  • FOTO ARCHIVO MANUEL SALDARRIAGA
    FOTO ARCHIVO MANUEL SALDARRIAGA
17 de abril de 2018
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Durante la semana pasada se dieron detalles sobre el avance (del 99.19%) en la sustitución de cultivos de uso ilícito en el municipio de Briceño, norte de Antioquia. A pesar de la buena noticia, el informe oficial sobre ese balance tiene una observación que evidencia que algunas áreas de ese territorio siguen contaminadas con explosivos: “se tiene conocimiento de la presencia de Minas Antipersonas en las veredas Orejón, Altos de Chirí y Buenavista”, cita el documento oficial.

Esta problemática que sigue siendo un dolor de cabeza para los habitantes de las veredas afectadas, no solo los afecta a ellos, EL COLOMBIANO también conoció que diferentes programas del Gobierno, como los de la Agencia Nacional de Tierras e incluso del mismo programa de Sustitución de Cultivos Ilícitos, no han logrado desarrollar sus agendas o actividades en donde aún están los explosivos improvisados instalados por la antigua guerrilla de las Farc.

EL COLOMBIANO consultó con el alcalde de Briceño, José Danilo Agudelo, sobre la actualidad de ese problema en el municipio y confirmó que son por lo menos 10 veredas en donde persisten inconvenientes por la presencia de artefactos explosivos.

“Ese problema aún no termina en poblaciones como El Cedral, La Correa, La Meseta, La Cristalina, Travesías, Orejón El Roblal, Palmichal, entre otras. Es una tarea que tiene el Gobierno para erradicar. Ha sido muy difícil identificar sitios precisos donde están las minas y hay que decirlo, hay comunidades que no están ayudando”, dice el mandatario.

El Caso Orejón

La vereda Orejón de Briceño se dio a conocer gracias al plan piloto de desminado humanitario entre el Gobierno y las Farc. Se convirtió en el primer laboratorio de paz en el que se quería demostrar que tanto integrantes de ese grupo subversivo, ahora político, y miembros del Ejército podían trabajar juntos.

En esa zona, donde se empezaron trabajos de desminado desde mayo de 2015, se logró un despeje de 19.489 metros cuadrados, en los que se desactivaron o destruyeron 46 artefactos explosivos.

El plan piloto terminó. Sin embargo, en la zona persisten áreas contaminadas y por esa razón los trabajos de los desminadores continúan.

“Hasta el momento los señores del desminado siguen trabajando por estos lados, pero uno de los inconvenientes está en el sector del Alto del Oso, que es un camino que va para la vereda Buenavista y que incluso comunica al corregimiento de Ochalí de Yarumal. Ese punto parece que no se va a poder despejar”, dice Eugenia Holguín Betancur, presidenta de la junta de acción comunal de la vereda Orejón.

Desde Descontamina Colombia (Dirección para la Acción Integral Contra las Minas Antipersonal), explican que en Briceño se continúa con el desminado humanitario, el cual está a cargo de la Brigada de Desminado del Ejército Nacional y de la organización civil Ayuda Popular Noruega (Ver mapa).

Sobre lo que ocurre con el Alto del Oso, la respuesta oficial aclara que en ese punto se tiene una demarcación que advierte a los pobladores sobre la presencia de minas antipersonal, pero no se tiene planeada una intervención en el terreno porque no se tiene información precisa de los puntos que estarían contaminados, esto por la muerte del explosivista de las Farc que minó el lugar.

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