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El presidente Juan Manuel Santos respondió con un contundente “no” a la propuesta de retomar las fumigaciones aéreas con glifosato para erradicar los cultivos ilícitos. Los peticionarios, el fiscal Néstor Humberto Martínez y el procurador Alejandro Ordóñez, se han mostrado preocupados ante el incremento de cultivos de coca: 39 % en 2015.
En entrevista con AFP, el presidente explicó que las fumigaciones aéreas, además de ser nocivas para la salud, no son del todo efectivas: “Las fumigaciones son paños de agua tibia porque nosotros llegábamos, fumigábamos o erradicábamos con soldados y policías y apenas nos íbamos empezaban a sembrar, inclusive con variedades más productivas”.
Si bien la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc) ha advertido un incremento paulatino de cultivos durante los últimos años (entre 2013 y 2015 se pasó de 48.000 hectáreas a 96.000 hectáreas), el presidente señaló que tras firmar los acuerdos de paz con las Farc podrán focalizar los puntos donde existen más cultivos ilícitos.
Debido a que el punto cuatro del acuerdo de paz plantea una sustitución de cultivos ilícitos acordada con las comunidades rurales, las hectáreas de coca podrían reducirse. “Podremos llegar con el Estado a esas zonas y la posibilidad de que se sigan renovando las siembras se va a disminuir”, dijo Santos.
Por el contrario, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, considera que ante la posible desmovilización de las Farc puede comenzar “una nueva forma de perturbación del orden público en esos territorios, resultado de la lucha de otros actores armados ilegales por cooptar las zonas de normalización”.
El ministro de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, ha sido consecuente con la posición del Gobierno, señalando que “es necesario un plan integral de erradicación manual de cultivos ilícitos, en el que no se usen químicos que afecten la salud humana y el medio ambiente”. Vale la pena recordar que la suspensión de las fumigaciones aéreas con glifosato, acordada en mayo de 2015, se dio ante la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calificó al glifosato como “probablemente cancerígeno”.
Ante el rumor que ha surgido en los últimos días sobre el supuesto uso de glufosinato de amonio (químico mucho más peligroso que el glifosato), el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, dijo que todavía no existe una propuesta concreta en el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE). No obsatante, el CNE sí realizará una reunión extraordinaria para tratar el tema.
En el Congreso hay posiciones encontradas. El representante Alirio Uribe, por ejemplo, consideró que “las fumigaciones deben ser erradicadas definitivamente, y deben ser otros los mecanismos que se utilicen en la lucha antinarcóticos”.
Por el contrario, el senador Alfredo Rangel, del Centro Democrático, dijo que hace “falta una política de antinarcóticos efectiva. Lo demuestran las cifras. Las hectáreas de coca han crecido hasta el doble en los últimos tres años. La suspensión de las fumigaciones se dio como resultado de un acuerdo de paz en La Habana. Hay que regresar cuanto antes a las fumigaciones, que fueron efectivas en años anteriores”