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En medio de los reclamos de la bancada del Centro Democrático, que acusó falta de garantías, y con la no aprobación de los artículos que proponían la eliminación del voto preferente y la creación de curules regionales en el Senado, la plenaria de esa corporación aprobó en sexto debate la reforma de equilibrio de poderes.
Al respecto la senadora por la Alianza Verde, Claudia López, afirmó que “desafortunadamente algunos congresistas hundieron esa propuesta, pensando en sus intereses y votaron en contra de una democracia más transparente y pluralista con unos partidos mejor organizados”.
El constitucionalista Juan Manuel Charry también manifestó su descontento por la no aprobación de las listas cerradas, pues “la supresión del voto preferente permitiría caminar a una mejor organización de los partidos, pero al mantenerlo lo que se hace es darle más peso a la persona que a la institución”.
Lo curioso es que los senadores del Centro Democrático, que llegaron al Congreso por listas cerradas, votaron también en contra de las mismas. El senador José Obdulio Gaviria explicó que a pesar de estar de acuerdo con la implementación de las listas cerradas, votaron negativamente el artículo porque no fueron tenidos en cuenta en las discusiones.
“En ese momento ya no teníamos ningún interés en participar propositivamente. La falta de garantías en el debate nos puso en la tónica de no participar y no ayudarle al Gobierno a aprobar los artículos con nuestros votos”, afirmó Gaviria.
Por otro lado, se decidió ampliar la “silla vacía” para aquellos corporados que incurran en hechos de corrupción y se prohibió expresamente el “yo me elijo y tú me eliges” y la denominada “puerta giratoria” entre magistrados de las altas cortes y los órganos de control.
Otro de los temas espinosos de la reforma y tal vez el que más resistencia ha generado en distintos sectores, es la Comisión de Aforados que estará integrada por cinco magistrados que investigarán y acusarán a quienes ostenten el fuero.
Sobre la Comisión, Charry indicó que “aún no se ha encontrado la fórmula adecuada”, al tiempo que expresó que “deja muchas dudas y no se tiene claro por qué sí funcionaría cuando es solo un órgano sustituto de la Comisión de Acusación”.
Por su parte, el fiscal General, Eduardo Montealegre, quien estuvo en el ojo del huracán pues lo señalaron de haber enviado una funcionaria de la Fiscalía a hacer lobby al capitolio, dijo no estar de acuerdo con el naciente tribunal especial para los aforados.
“Se está creando una función que es de investigar y acusar para un tribunal que no tiene la capacidad para hacerlo contra los aforados. El mecanismo esta condenado al fracaso y no resolverá las investigaciones contra aforados”, puntualizó Montealegre.
Ahora el proyecto de acto legislativo pasará a la Cámara de Representantes donde deberá surtir los dos debates que le restan para convertirse en reforma constitucional antes que culmine esta legislatura el próximo 20 de junio.