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Desde ya se anticipa que el Gobierno Nacional, y en especial el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no la tendrán fácil la semana próxima cuando se vote la reforma tributaria estructural, eso porque en partidos como el Centro Democrático ya se anunció que llevarán su propia propuesta.
La decisión la oficializó el senador Nicolás Fernando Araujo, miembro de las comisiones económicas, en donde se tendrá que votar desde el martes el proyecto, y quien señaló que la bancada no apoyará la reforma por considerarla inconveniente para la economía que crece a menos del 2 %, para el poder adquisitivo de los colombianos, la iniciativa privada y el ahorro.
Araujo sostuvo que el Centro Democrático se aparta del aumento del IVA, el cual se prevé por el gobierno sea de tres puntos, como también del impuesto que presume una renta del 4 % en una economía que crece al 2 %.
Sostiene el senador que es exagerado el ajuste del IVA sobre las inversiones. Frente al gravamen a las bebidas azucaradas, el uribismo calcula que afectaría el 33 % de las utilidades de los tenderos.
Igualmente califican de “descarado incremento del 500 % a los impuestos para los asalariados de clase media”.
Ante esos señalamientos a la propuesta del gobierno, el Centro Democrático propone que para mejorar el poder adquisitivo de los colombianos se buscará una reducción de la tarifa del impuesto de renta sobre las personas naturales, acompañada de estímulos al ahorro.
También que los dividendos solo serán gravados a los ingresos más altos; tener una tarifa general del 30 % sobre la renta de las empresas con el objetivo de fomentar la inversión, el crecimiento económico, el empleo, la competitividad, estimular la formalización y mejorar el recaudo de impuestos.
Araujo igualmente plantea que haya “severidad en la lucha contra la evasión a través de la penalización de ésta práctica; que el 40 % del recaudo por la vía del monotributo se destine para el ahorro del contribuyente a través de los BEPS; mantener las actuales tarifas de IVA y del impuesto al consumo y aplazar, hasta 2019, la aplicación tributaria de las normas internacionales de información financiera (NIIF)”.
Considera el uribismo además que se debe proteger las actividades meritorias de las fundaciones, la libertad de cultos y el derecho a la educación, dando cumplimiento al artículo 23 del Estatuto Tributario.
En la propuesta de reforma tributaria el uribismo pretende que se conserve los incentivos a la inversión en el sector agropecuario; mejorar efectividad y eficiencia del gasto público del Gobierno Nacional para equilibrar las finanzas públicas y retornar a los contratos de estabilidad jurídica que recupere la confianza inversionista.