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El fin de la fase epidémica del Zika no significó la eliminación total del virus. Es probable que en los próximos meses los hospitales reporten nuevos casos, principalmente en las regiones donde habita el mosquito Aedes aegypti, transmisor de éste y otros virus.
Así lo explica el doctor Iván Darío Vélez, director del Programa de estudio y control de enfermedades tropicales de la Universidad de Antioquia (Pecet): “Es difícil que se vuelva a presentar otra epidemia. Lo cierto es que el virus permanece en zonas endémicas y se pueden presentar complicaciones con el síndrome de Guillain-Barré”.
El Zika sigue siendo un misterio para varios académicos. No hay vacuna y no se conocen con exactitud sus efectos neurológicos. Al respecto, Vélez señala que “el 80 % de los casos son asintomáticos. Además, el Zika se parece mucho al dengue, por eso ha sido difícil identificar los casos. Ante la falta de medicamentos o vacunas, la única opción que nos queda es el control biológico, como lo hemos hecho en Bello”.
En Colombia, según el último informe del Instituto Nacional de Salud (INS), se presentaron 106.659 casos de Zika entre mediados de 2015 y diciembre de 2016. Los departamentos más afectados fueron: Valle del Cauca (26.680), Norte de Santander (10.527) y Santander (10.310). Del total de casos, 19.746 corresponden a mujeres embarazadas.
Uno de los aspectos que genera más incertidumbre es el síndrome de Guillain-Barré, que afecta al sistema nervioso y que tendría relación con el Zika. Lo mismo sucede con la microcefalia; anomalía que se presenta en recién nacidos y que ha tenido como antecedente el virus.
Al 31 de diciembre de 2016 el INS reportó 677 casos de Guillain-Barré en Colombia con antecedentes de Zika. En microcefalia, los registros señalan que fueron 77 casos relacionados con lo mismo.
EL COLOMBIANO conoció un estudio conjunto elaborado por científicos de las universidades de Atlanta, California (EE. UU.) y Rosario (Colombia). El informe, publicado por Journal of Autoimmunity, señala que, por lo menos en el municipio de Cúcuta, la incidencia del síndrome de Guillan-Barré aumentó 4 veces más con el virus Zika. Sus efectos, a su vez , fueron más severos.
De acuerdo con Juan Manuel Anaya, director del Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (CREA) de la Universidad del Rosario, el estudio fue realizado en Cúcuta pero se puede expandir a otras regiones.
Sobre la gravedad del Guillain-Barré relacionado con Zika, Anaya encontró que “la mayoría de los pacientes presentan disautonomía, es decir, compromiso del sistema nervioso autónomo, que regula las funciones del organismo que trabajan de manera automática”. Se ve severamente afectada, por ejemplo, “la presión arterial, el pulso, la regulación de la temperatura corporal y la digestión”.
Otro descubrimiento de los investigadores es que el Guillan-Barré tiene una afectación específica: “Existen dos tipos del síndrome: aquel que afecta la mielina (que recubre al nervio), y aquel que afecta al axón (el nervio como tal o la prolongación de la neurona). El tipo más frecuente del Guillain-Barré asociado al Zika es aquel que afecta a la mielina”, explica el doctor Anaya.
Además del Guillain-Barré, el Zika puede causar mielitis, encefalitis y parálisis facial. Un hallazgo importante en Cúcuta fue que el bajo nivel socioeconómico, así como vivir cerca de zonas de alta contaminación, favorecen al desarrollo de éste síndrome, que se presenta en el 1 % de los casos en los que hay infecciones con Zika.
El Ministerio de Salud cerró 2016 con 677 jornadas comunitarias de prevención, interviniendo cerca de dos millones de viviendas. En el 45 % de los municipios activaron planes de contingencia frente al Zika. Teniendo en cuenta que el virus se propagó en el primer semestre de 2016, el INS calcula que a corte de marzo habrán nacido cerca de 300 niños con microcefalia.