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¿Quién dijo que las mujeres no eran aptas para el ejercicio extremo?

  • Las mujeres responden tan bien como los hombres en el ejercicio intenso si se preparan adecuadamente. Foto US Air Force
    Las mujeres responden tan bien como los hombres en el ejercicio intenso si se preparan adecuadamente. Foto US Air Force
20 de noviembre de 2018
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Derrumbando un mito que todavía muchos se creen, una nueva investigación demostró que las mujeres son tan aptas para pruebas físicas exigentes como los hombres.

El estudio, presentado en la conferencia anual de la Sociedad de Endicronología en Glasgow (Escocia) sugiere que ellas no son más susceptibles que ellos a los efectos adversos del esfuerzo físico y que con una preparación y entrenamiento adecuados pueden ser tan resilientes como los hombres para la actividad física extrema.

Distintos estudios y opiniones sostenían que el sistema reproductivo femenino y las respuestas al estrés eran más sensibles a los efectos negativos de la actividad física intensa. Existe cierta evidencia de que ese trabajo extremo puede suprimir la actividad hormonal reproductiva, afectar la fortaleza ósea y elevar los niveles de la hormona del estrés hasta un punto más alto que en los hombres. Pero las razones bajo esas diferencias en la respuesta de ambos géneros no se entienden bien.

Robert Gifford y colegas, de la Universidad de Edimburgo y el Royal Centre for Defence examinaron los efectos del ejercicio extremo en los niveles de hormonas y la salud de seis mujeres participantes en la primera expedición trasatlántica femenina. Monitorearon varios marcadores de su salud antes y después de la exitosa expedición, entre ellos el estrés, los niveles hormonales reproductivos y metabólicos, el peso corporal y la fortaleza ósea. Los hallazgos indicaron que no solo se mantuvieron los niveles de la función reproductiva y la fortaleza ósea, sino que algunos marcadores mostraron señales de beneficios relacionados con el ejercicio en su bienestar físico dos semanas después de la expedición.

Para Gifford “nuestros hallazgos contienen algunos datos que desvirtúan el mito sobre el impacto de la actividad física extrema en mujeres. Demostramos que con un entrenamiento adecuado, muchos de los efectos negativos reportados antes se pueden evitar”.

Aunque la muestra solo fue de seis mujeres, los hallazgos sugieren que el seguimiento de un calendario integral de entrenamiento puede haber mitigado cualquier efecto negativo en la salud.

Gifford comenta que lo encontrado “pueden tener relevancia para hombres y mujeres en empleos ardorosos y estresantes donde existe preocupación porque se afecta su salud. Si se sigue un régimen de entrenamiento y nutricional apropiado, se puede proteger su salud”.

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