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Esa idea de servir a otros, que nació de un grupo de monjas de la época, se transformó, hace 75 años, de iniciativa a realidad, tanto así que en la década de los 70, pasó de ser un espacio destinado a la prestación de servicios de salud a la comunidad, a ser declarado hospital regional de Antioquia, punto de referencia para los pacientes del suroeste antioqueño y reconocido por varios programas, entre ellos el de mamá canguro.
“Toda esta favorable historia se viene al traste con la llegada de la ley 100, cuando los hospitales comienzan a transformarse en Empresas Sociales del Estado, ESE, que es la figura que hoy tenemos. El hospital en ese momento entró en liquidez y tuvo que ser reestructurado en su planta en tres ocasiones, pasando de 500 personas a solo 25. Los servicios se tercerizaron”, explica Róbinson Darío Bustamante Restrepo, gerente del Hospital San Vicente de Paúl de Caldas.
Sin embargo, pese a las adversidades, la institución resurgió y hoy, con más de siete décadas de funcionamiento presta servicios de salud de primero, segundo y tercer nivel, “aunque estamos catalogados como mediana complejidad, tenemos servicios de alta complejidad que se concentran en la atención del Valle de Aburrá, el suroeste y toda Antioquia”, señala.
Actualmente, el San Vicente de Paúl cuenta con 111 camas hospitalarias, 4 quirófanos y dos edificios, uno para manejar medicina general, y en el segundo donde funciona la sede principal que cuenta con servicios de urgencias, especialidades básicas y de alta complejidad, entre ellas pediatría, ginecobstetricia, anestesiología, cirugía, ortopedia, medicina interna, urología, otorrinolaringología, dermatología y oftalmología.
Además de los 75 años, otras dos noticias son motivo de celebración: hace 40 días fue inaugurada la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal, UCI, y antes de diciembre de este año se planea entregar la UCI de adult.os