viernes
7 y 9
7 y 9
Por Daniel Rojas Arboleda
El hecho de que un hospital de Medellín se encuentre en el ranquin de las diecinueve instituciones más destacadas en investigación de Colombia, dieciocho de las cuales son universidades, habla muy bien de los avances en diferentes frentes del desarrollo de soluciones y procedimientos en los centros de salud más reconocidos de la ciudad.
Se trata del Hospital Pablo Tobón Uribe, que ocupó el puesto 16 en el Ranquin de Instituciones Scimago 2016, elaborado por Scimago Lab, una compañía de base tecnológica que busca aumentar la visibilidad de la investigación en el mundo, y que basa sus resultados en los aportes hechos por varias investigaciones que ese centro hospitalario logró indexar en reconocidas bases de datos como Scopus y Thomson Reuters.
Los esfuerzos en este sentido del hospital son descritos por Jorge Donado, jefe de la Unidad de Investigación y Docencia del Hospital Pablo Tobón, quien explica que allí se adelantan “dos tipos de investigaciones: una es la de desarrollo de nuevos medicamentos y moléculas, y la otra es investigación en trasplantes, trauma, seguridad del paciente e infecciones asociadas al cuidado de la salud”.
Pero, en Medellín, son varios los hospitales y clínicas que destinan gran parte de su presupuesto y capital humano a buscar la manera de mejorar las prácticas hospitalarias, hacer más seguros los procedimientos y producir nuevos medicamentos, entre otros avances que redundan en el mejoramiento de la calidad de vida del paciente.
De acuerdo con Sigifredo López, jefe de la Unidad de Investigaciones y Epidemiología Hospitalaria del San Vicente Fundación, ese centro se dedica al estudio de enfermedades infecciosas; afecciones transmitidas por vectores, como el dengue, la malaria, entre otras, y enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, hipertensión arterial y trastornos endocrinos.
El experto dice que cuentan con “líneas de investigación en medicina de laboratorio, pues mucho de lo que hacemos en la Fundación se basa en referencias internacionales y se requiere ajustar los valores al contexto local. También trabajamos en el área materno-fetal y, en los Centros Especializados de Rionegro, hay una línea muy interesante de neuroestimulación que ha resultado muy útil para el manejo de la enfermedad de Párkinson”.
Avances invaluables
Muchos hospitales y clínicas de la ciudad tienen enfoques universitarios y de carácter social, lo que explica el interés por aportar a la generación de conocimiento en el campo de la salud, en el contexto del sistema de salud colombiano.
Entre los logros más destacados están los primeros trasplantes de tráquea y esófago del mundo, realizados en el Hospital San Vicente Fundación, cuyas iniciativas permiten que hoy un proceso de trasplante renal sea un asunto rutinario y de bajo nivel de complicaciones.
Al respecto, Sigifredo López indica que “a través de las investigaciones médicas se aporta tanto a la prestación de mejores servicios como a la academia y la comunidad en general, mediante el mejoramiento de técnicas quirúrgicas y terapéuticas como la evaluación de nuevos medicamentos que repercuten en una recuperación más rápida del paciente”.
Por su parte, la Clínica Cardio VID se ha especializado en investigación en servicios de salud cardiovasculares, neurovasculares y de neumología, así como en temas relacionados con enfermedades infecciosas.
Así lo señala Nathalia González Jaramillo, jefe de Investigaciones de esa institución, quien aclara que los estudios allí se centran en trasplantes, falla cardíaca, anticoagulación, enfermedades como infarto agudo de miocardio y evaluación de opciones terapéuticas.
“Cuando incorporamos una nueva tecnología o un abordaje quirúrgico diferente le hacemos seguimiento para ver cómo nos comportamos y la forma de comparar los resultados con lo que dice la literatura mundial”, añade.
Para esta profesional de la salud, el uso de nuevas tecnologías en un sistema de salud como el de Colombia puede ser costoso, por lo que resalta no solo las investigaciones que la clínica adelanta con el patrocinio de la industria farmacéutica y de dispositivos, lo que le inyecta recursos al centro de investigaciones de Cardio VID, sino también el aporte a la evaluación de nuevos tratamientos y procedimientos.
“En la clínica, antes de decidir si incorporamos una tecnología nueva, le hacemos un estudio completo, y analizamos la relación costo efectividad. Cada vez que decidimos integrarla, esta entra en seguimiento a una investigación y, con los resultados de la misma, podemos apropiamos de ella y somos capaces de recomendarla a otras instituciones. Ese fue el caso de la cirugía mínimamente invasiva, analizada en 400 pacientes, que demostró ser mucho mejor para evitar complicaciones y reducir los costos derivados de las mismas”, concluye la experta.