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Este sábado se celebra en Colombia el día de la niñez, una oportunidad para conocer algunas claves para una alimentación balanceada desde pequeños y así estimular una nutrición adecuada para toda la vida.
Los hábitos saludables contribuyen a mejorar la salud, tener un buen estado físico y mental, por eso la alimentación infantil debe cubrir los requerimientos de energía y nutrientes necesarios en cada una de las etapas de crecimiento y desarrollo.
Distribución de los alimentos en las diferentes comidas
El desayuno es una de las comidas más importantes del día y debe cubrir por lo menos un 25 por ciento de las necesidades nutritivas del niño. Estos son los alimentos que puede incluir en esta comida: un lácteo (yogur, leche, queso), pan, cereales, galletas, fruta, jugo, grasa de complemento y jamón.
La media mañana es el refuerzo del desayuno, puede estar compuesto preferiblemente por una fruta o yogur. En el jardín o escuela, los niños tienden a comer muchos dulces, esto no es conveniente porque les quita el apetito para la hora del almuerzo.
El almuerzo debe ser una de las comidas más consistentes ya que cubre el 35 o 45 por ciento de la necesidad nutricional diaria, proporciona energía y nutrientes en mayor cantidad. Debe contener: guisos, ensaladas, cereales como el arroz o las pastas, granos, legumbres, pollo, carne o pescado.
El algo no puede ser excesivo para que los niños mantengan el apetito a la hora de la cena, preferiblemente como la media mañana debe estar compuesta de frutas o lácteos.
Finalmente, la cena o comida puede estar compuesta de purés, sopas, ensaladas con algún tipo de carne o pescado dependiendo de lo que se haya comido al medio día. Lo ideal es que se ingiera temprano para que no impida que los niños duerman bien.
La educación nutricional exige que los padres tengan paciencia, dedicación y comprensión ya que el apetito de cada niño es variable. Aquellos que se preocupan en exceso por la comida pueden llegar a crear en sus hijos una dependencia no saludable, la alimentación debe ser un acto normal y placentero.
Hay épocas en las que el crecimiento se estaciona o es más lento y sus exigencias nutricionales son menores. Por el contrario, hay etapas en las que los niños comen con gusto y abundantemente como respuesta a la demanda de nutrientes que su organismo necesita para crecer.
*Con información de Anny Johana Rojas, nutricionista.