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Las imágenes que acompañan las cajetillas de cigarrillos y que pretenden mostrar los riesgos de consumir tabaco deberán ser cambiadas a partir del 21 de julio de 2018, por decisión del Ministerio de Salud.
Esto responde a estrategias adoptadas dentro del Convenio Marco para el Control del Tabaco, vigente desde 2015 y del que hacen parte 168 países, incluyendo a Colombia.
Su objetivo es reducir las cifras de mortalidad provocadas por este fenómeno, que es la principal razón asociada al cáncer de pulmón que, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, provoca 1,3 millones de muertes por año en el mundo.
El médico José Norman Salazar sostiene que estas estrategias son clave, pues le muestran al consumidor el verdadero riesgo al que se enfrenta cuando enciende un cigarrillo y destaca las apuestas del Ministerio de Salud en ese sentido.
“Debemos continuar ejerciendo políticas que desestimulen el consumo del tabaco, que además de ser lo más riesgoso para el cáncer de pulmón, también provoca alteraciones de tipo cardiovascular”, reseña Salazar.
Ricardo Tamayo, del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional, entidad que hizo parte en el diseño de las nuevas imágenes, sostiene que cuanto más desagradables sean las imágenes y más miedo produzcan, habrá mayor potencial para que sean efectivas. “No solo para disuadir el consumo de cigarrillo, porque es difícil que los fumadores empedernidos se dejen influir, sino para prevenir el consumo en jóvenes o personas que aún no fuman”, resalta el experto.
Según el observatorio Así Vamos en Salud, la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón se ha mantenido estable desde 2004. “Las tasas más altas se encuentran en los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas, Antioquia, San Andrés y Providencia, y Valle del Cauca”, se lee en el informe del observatorio, en el que se destaca que la tasa de mortalidad es de 10 caso por cada 100.000 habitantes.
En su reciente informe sobre la “epidemia mundial de tabaquismo”, publicado en julio pasado, la Organización Mundial de la Salud, OMS, sostiene que a través de leyes y regulación se ha protegido a cerca de 4.700 millones de personas frente al consumo o efectos nocivos del tabaco en el ambiente. “Las estrategias para aplicar tales medidas han salvado a millones de personas de una muerte temprana”, asegura la OMS. Sin embargo, cuestiona que la industria tabacalera mundial “entorpece” los esfuerzos de los gobiernos.