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A tres meses de las elecciones regionales, el presidente Juan Manuel Santos inició esta semana, en compañía de todo su gabinete, una nueva gira por todo el país que se llama: ¡Estamos cumpliendo! Aunque no es nuevo que Santos haga este tipo de recorridos, para los analistas hay un asunto de “prudencia” que el mandatario debería aplicar estando tan cerca de los comicios.
¿Cuál es el afán de Santos de acercarse a las regiones? ¿Se trata de una verdadera descentralización? Para los expertos, aunque es importante que el Presidente conozca de primera mano las necesidades de los municipios, considera que hacerlo tan cerca a la realización de las elecciones locales se puede leer como un asunto más electoral que de gestión.
Iván Garzón Vallejo, director del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, indicó que a tres meses de las elecciones regionales es difícil no relacionar esta iniciativa “como un respaldo a los candidatos de la Unidad Nacional. Probablemente los candidatos de la U necesitan un espaldarazo de Santos. Por eso, es un asunto muy coincidencial que el Presidente y su gabinete visiten las regiones justo en época electoral”, dijo.
Destacó que esa rendición de cuentas que está haciendo el Gobierno es un ejercicio de comunicación política que lo que busca es “descentralizar el mensaje que sigue siendo, después de casi cinco años de mandato, muy centralista y con una percepción bogotana”.
En ese sentido, advirtió el académico, vale la pena evaluar la inoperancia de la jurisprudencia que permite que el Presidente haga política en época electoral y también que la Ley de Garantías tiene un carácter simbólico. “Finalmente el mensaje de ‘Estamos cumpliendo’ lo que quiere decir es: ¡Lo hicimos! y eso contradice el espíritu de la Ley de Garantías”.
Oscar Duque, politólogo de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali, explicó que estos viajes de Santos no son únicamente una estrategia de este Gobierno sino que iniciaron con Álvaro Uribe. “Desde la descentralización no se han girado los recursos suficientes para que los alcaldes tengan autonomía y la única manera en que puedan hacer sus obras es en compañía del Gobierno central que los coadyuve en la financiación, no importando las condiciones que impongan”.
Destacó que tanto Uribe como Santos van a las regiones porque tienen claro que las regiones son débiles y “que de alguna forma tienen que ganar dividendos patrocinando obras con recursos nacionales. Es claro que el Gobierno tiene candidatos, pero no lo pueden decir porque no puede hacer política, pero es claro que los funcionarios están haciendo campaña en función con los anuncios del Gobierno”.
Por último, Fernando Giraldo, politólogo de la U. del Rosario, recordó que la descentralización tiene tres dimensiones: política, fiscal y una de orden administrativo. “En el caso de Colombia lo que ocurre es que la dimensión política está muy capturada por los senadores, ellos tienen la capacidad de controlar. A nivel administrativo y fiscal hay una dependencia del Gobierno central”.
En ese sentido, explicó que el mensaje de Santos de “Estamos cumpliendo” es claramente una rendición de cuentas controlada por el Gobierno central. “Lo que él está haciendo es un simulacro de descentralización porque ese es un proceso controlado y vigilado. Es un tema más político que de Gobierno”.