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La polémica desatada por las declaraciones del fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, sobre la posición de que lo acordado entre el Gobierno y las Farc “no es ni jurídicamente viable ni políticamente conveniente refrendarlo”, fue refutada en el país no solo por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, sino también por la delegación del grupo guerrillero.
En un comunicado emitido ayer, la delegación de las Farc aseguró que “a nadie se le puede ocurrir que en un proceso concebido para realizar de cara al país, se pueda prescindir de la participación del pueblo en su construcción y en su implementación. La refrendación popular del Acuerdo Final es un paso fundamental si queremos lograr una paz estable y duradera”.
Desde La Habana, los jefes guerrilleros enfatizaron en que la tarea de aprobación de los acuerdos no puede quedar en manos del Ejecutivo, “que no puede propiciar la seguridad jurídica necesaria para la reconciliación nacional”.
Pero no solo el Gobierno y las Farc manifestaron que los puntos discutidos en la agenda deben ser refrendados en las urnas por el ciudadano colombiano.
Fabrizio Hochschild, coordinador residente humanitario de las Naciones Unidas para Colombia, mostró el apoyo a la decisión gubernamental de refrendar popularmente los acuerdos de paz como el camino correcto en la mesa.
“La polémica que existe en Colombia en torno a la negociación de paz con las Farc hace que la mejor forma de que los acuerdos sean estables y duraderos es mediante la aprobación del pueblo colombiano”, expresó Hochschild.