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Temen llegada de otros grupos armados

Hoy se conmemoran 15 años de la masacre de Bojayá. Antiguos habitantes volverán a recorrer el mismo camino por el que huyeron ese 2 mayo de 2002.

  • Por los ríos chocoanos transitan diferentes grupos armados y los habitantes piden protección. FOTO Donaldo Zuluaga
    Por los ríos chocoanos transitan diferentes grupos armados y los habitantes piden protección. FOTO Donaldo Zuluaga
02 de mayo de 2017
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Por el río Atrato corre la voz de que el Eln y el Clan del Golfo, al que en sus riberas llaman “paramilitares”, se van a tomar todo el Chocó.

Ya la disputa territorial en ese departamento, justo en zonas que tradicionalmente eran dominadas por las Farc, ha provocado el confinamiento y el desplazamiento de 4.600 familias. Así lo ha denunciado reiteradamente la Defensoría del Pueblo, frente a lo que ocurre en la Costa Pacífica colombiana, Bajo San Juan, el Baudó, y el Bajo y Alto Atrato.

En esta última región queda Bojayá nuevo o Bellavista, como lo llaman sus habitantes. Ellos están muy preocupados, pues no quieren quedar de nuevo en medio de las balas, en caso de darse una nueva escalada violenta alimentada por el narcotráfico y la minería y tala ilegales.

Léyner Palacios, quien perdió 29 familiares cuando las Farc lanzaron una pipeta bomba en la iglesia de su pueblo, asegura que actualmente “hay toda una avanzada del paramilitarismo en las comunidades del Baudó y el Atrato. Por esta razón, la comunidad tienen mucho miedo y se espera la respuesta pronta del Gobierno”.

A su turno, Boris Velásquez Vásquez, habitante de Bellavista, dice que a lo que más le temen es a la estigmatización que pueden sufrir de aquí en adelante.

“Como este territorio era de las Farc, hay mucho miedo de toda la población de Bojayá y en pueblos vecinos. Sabemos que en los lugares donde se asentaba la guerrilla, los paramilitares a todos los habitantes los tildan como guerrilleros”, explica Velásquez Vásquez, al referirse al Clan del Golfo.

Con cada uno de los desplazamientos en Chocó, la Fuerza Pública, especialmente, el Ejército, la Operación Agamenón (de la Policía) y la Armada Nacional, han hecho presencia en los lugares más afectados.

Incluso en Vigía del Fuerte, muy cerca de Bellavista hay un puesto de control de la Armada y en Bellavista hay presencia de la Policía. Pero los pobladores insisten en que no se sienten suficientemente seguros.

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