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Con las aguas subterráneas Antioquia podrá calmar la sed

Atlas Hidrogeológico del Bajo Cauca reveló el potencial en esa zona, pero también hay perspectivas en otras subregiones. El recurso se enfrenta a distintas amenazas.

Con las aguas subterráneas Antioquia podrá calmar la sed
28 de diciembre de 2014
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Pudiera no creerse, pero de las aguas subterráneas en el Bajo Cauca dependen hoy 110.000 personas, que se proveen el líquido en más de 1.600 aljibes, pozos y manantiales, incluso en las zonas urbanas.

Eso indica el Atlas Hidrogeológico del Bajo Cauca que realizaron investigadores de la Universidad Antioquia mediante un convenio de Corantioquia y el Ministerio del Medio Ambiente.

Sí, el futuro de cientos de miles antioqueños está debajo de sus pies y no lo saben. O no lo aprovechan bien.

“El Bajo Cauca y el Occidente tienen debilidad en el agua superficial, pero en la subterránea tienen asegurado el futuro a seis o siete décadas”, explicó Alejandro González, director de Corantioquia.

Es que esta Corporación adelanta el inventario de los acuíferos del departamento, habiendo terminado también el de La Pintada-Valparaíso mientras avanza ahora en el del Occidente.

Las zonas rurales de Cáceres, Caucasia, El Bagre y Nechí dependen de los acuíferos, mientras cabeceras como Caucasia también se proveen de esta fuente, de acuerdo con Teresita Betancur Vargas, coordinadora del Grupo de Investigación en Gestión Ambiental de esa universidad y quien recopiló la información.

Reservorio

El Atlas encontró que hay 883,7 millones de metros cúbicos explotables, de los cuales se encuentran concesionados 1.792.728, pero dada la población que depende del recurso la demanda estaría en 7,1 millones de metros cúbicos al año para un índice de escasez nada representativo: apenas del 0,2%.

La población total de esta subregión es de 270.000 habitantes en seis municipios.

El sistema hidrogeológico cubre 3.273 kilómetros cuadrados de los 8.485 de todo el Bajo Cauca. Los ríos principales, además del Cauca, son el Man, Cacerí y Nechí.

La temperatura promedio llega casi a los 28 grados, mientras la precipitación es de 2.800 milímetros.

Y si bien hay una recarga importante por las lluvias, 20 por ciento de la precipitación, y el recurso parece asegurado, las amenazas son varias.

De hecho en 123 análisis de la calidad que se hicieron, en todos hubo presencia de coliformes. También aparecieron otros contaminantes.

Un 2% de las captaciones está fuera de los rangos para mercurio y sólidos totales, 3% no cumplen criterio de alcalinidad ni calcio disuelto, 22% el de nitratos y 5% el de hierro. También se encontró que el 40,6% de puntos exceden el valor máximo para turbiedad y 72% el del pH.

“Hay riesgos no solo de la minería, sino de la ganadería y la agricultura se genera el reto de cómo seguir utilizando el agua racionalmente”, indicó González.

Y no hay tanto mercurio como se esperaba porque se está yendo hacia La Mojana.

El Bajo Cauca tendrá gran desarrollo y hay que saber administrar el recurso, agregó.

Cuidado

Lo que sigue es el monitoreo -que hará con la Red Piragua de Corantioquia-, legalizar las captaciones y controlar que no se desperdicie, así como que se dé un vertimiento con calidad en los grandes usuarios. Hasta 2013 solo había 46 captaciones legalizadas.

“No es solo dar un papel de permiso sino que se conozca el manejo, la importancia de estos recursos”.

A una parte de la comunidad, en especial a 200 personas de grandes pozos, se les brindó capacitación en talleres sobre el acuífero.

El estudio encontró que el uso del agua subterránea en los aljibes se concentra más que todo en el abastecimiento doméstico (62,3%), seguido por la ganadería con 13% y 11% el abastecimiento público.

Los aljibes son mayoría, con 1.662 captaciones, seguidos por los pozos, apenas 54.

El acuífero profundo del Bajo Cauca se nutre en parte de las aguas que escurren desde la zona más alta de la cordillera, de Valdivia y Ventanas.

Cuenta la historia que hace cientos de años se mantenían inundadas ocho meses al año las llanuras por los ríos Cauca y San Jorge. Los zenúes tenían red de drenajes, canales de hasta cuatro kilómetros de largo con 10 metros de separación entre sí.

Unos canales que se perdieron en los años 70 por actividad ganadera y minera.

Por eso es hora de ponerle orden al más valioso recurso del siglo 21. Y conocer lo que hay debajo es el primer paso.

Infográfico
300
a 1.200 metros registran las alturas de la subregión del Bajo Cauca, donde prima el clima cálido
60%
de la población del Bajo Cauca tiene necesidades básicas insatisfechas, una de las zonas más atrasadas

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