Argentina y Paraguay, dos selecciones opuestas en estilo de juego, vuelven a medirse hoy en la Copa América de Chile tras haberlo hecho en la fase de grupos, aunque esta vez con un objetivo más atractivo: clasificarse para la final del 4 de julio en Santiago.
En la fría Concepción, la albiceleste de la posesión y el toque ansía sellar su pase a la final del sábado para romper los 22 años que lleva sin conseguir un gran título, mientras que la aguerrida y luchadora Paraguay busca regresar a la final como hizo en la edición de 2011.
Ambas selecciones se encuentran de nuevo en el torneo 17 días después de haberse enfrentado por primera vez. En el debut de ambas en el Grupo B, el pasado día 13 en La Serena, empataron a dos goles en un desafío en el que los guaraníes nivelaron en la segunda parte dos tantos de desventaja.
Este martes los técnicos argentinos Gerardo Tata Martino y Ramón Díaz, seleccionadores de Argentina y Paraguay, respectivamente, estarán también atentos al capítulo disciplinario para que ninguno de sus jugadores se pierda la gran final.
Si Lionel Messi, Sergio Agüero y Javier Mascherano, por parte de los albicelestes, y Bruno Valdez, Pablo Aguilar y Osvaldo Martínez, en el elenco guaraní, ven una amarilla, se quedarán fuera de la decisión el sábado en Santiago.
La favorita sobre el papel es Argentina, que afronta el duelo en su mejor momento de juego, como demostró ante Colombia en los cuartos de final de Viña del Mar.
Esa falta de efectividad se refleja nítidamente en los números con cuatro goles en otros tantos encuentros, dos de Agüero, uno de Messi, de penalti, y otro de Higuaín.
En defensa, Argentina sí que ha sido solvente, ya que los dos únicos tantos que ha recibido en la competición fueron los que le marcaron los paraguayos Nelson Haedo Valdez y Lucas Barrios.
Paraguay, dos veces campeón del torneo (1953 y 1979), quiere repetir su participación de hace cuatro años y volver a matricularse para la final, por lo que tendría que volver a tumbar a un gigante, como hizo el pasado sábado con Brasil, aunque tiene el agravante que al rival de turno no le ha ganado en Copa América.
“Hemos logrado que la gente nos vuelva a respetar. Estamos entre los cuatro mejores de Suramérica y queremos más”, dijo Nelson Haedo Valdez.
La receta guaraní para enfrentar a los gauchos será la misma que los ha llevado a las semifinales: una fuerte presión en el centro de la cancha, jugar al contragolpe y aprovechar su potencia en las jugadas aéreas.