¿Por qué los mayores deben estar en casa?

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El nuevo coronavirus no distingue edad ni nacionalidad, él solo necesita llegar a las células del cuerpo para comenzar a replicarse. La responsabilidad de mitigar su propagación es de todos, con medidas como el distanciamiento social, pero los estudios de lo que ha pasado en China, Italia y Estados Unidos (los países con más contagios) muestran la importancia de proteger a los mayores de 65 años.

El último reporte publicado por el Centro de análisis de enfermedades infecciosas mundiales del Imperial College de Londres estima que las estrategias centradas en proteger a los adultos mayores podrían salvar 20 millones de vidas este año.

¿Por qué? Según explica Juan David Rodríguez, enfermero de la U. de A. y experto atendiendo a estas personas, cuando el virus llega a un mayor el cuerpo agota rápidamente los recursos que tiene y se que queda sin cómo responder. “Lo que un joven puede superar y contener, en un adulto se vuelve complejo y se necesita del personal más calificado y la mejor tecnología para afrontarlo”, apunta Rodríguez.

Aunque igual hay casos de fallecimientos en jóvenes y adolescentes, la mayor cantidad de datos en otros países vienen de la población mayor. Conocer su caso sirve para entender cómo afecta el virus a los adultos y qué hacer desde la vida cotidiana para aumentar la protección.

Los números sobre las muertes en Italia no son alentadores, pero es importante recordar que la letalidad del virus no es la misma en cada lugar.

Un estudio publicado el 23 de marzo en la Journal of the American Medical Association (JAMA) analizó la evolución del virus en Italia y concluyó que en ese país la letalidad de la enfermedad es del 7,2 %, mientras que en China es del 2,3 %. Eso tiene que ver con sus características demográficas, dice la investigación. En 2019, el 23 % de la población en el país europeo tenía 65 años o más. Y eso se vio reflejado en los contagios este año: los mayores de 70 con covid-19 son el 37,6 % y en China son el 11,9 %.

Sin embargo, algo en lo que se parece la evolución del virus en Italia y China es la letalidad que tuvo en mayores de 80 años. Para esta población fue entre el 20- 21 %. No es tanta la diferencia.

Hay otro punto que sugiere la investigación: las muertes reportadas en Italia son de casos de personas con covid-19, pero no muestran afecciones preexistentes. Rodríguez explica que en cada país una persona mayor puede responder de forma diferente al virus y eso tiene que ver con el contexto cultural, sus hábitos y si tiene enfermedades crónicas en el momento que llega el virus (ver Radiografía).

En su experiencia atendiendo mayores, dice que “en Colombia, los hábitos de vida no son los mejores, no somos una población que haga deporte, somos sedentarios y nuestros adultos vienen de un modelo industrializado de jornadas muy extenuantes, en las que primaba el esfuerzo físico, por lo que, en la mayoría de casos, el cuerpo no está muy acondicionado para responder”, apunta.

También está la experiencia de Estados Unidos. Un informe del 26 de marzo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) reportó la situación y dice que, en general, el 31 % de los casos, el 45 % de las hospitalizaciones, el 53 % de los ingresos en la UCI y el 80 % de las muertes asociadas con covid-19 se produjeron entre adultos de 65 años en adelante, con el mayor porcentaje de resultados graves entre los de 85 años y mayores.

La prioridad, según recomienda la OMS y el CDC, para que los mayores se mantengan protegidos es la distancia social. Nada de besos, abrazos, y mucho menos, ir a la calle. Es normal que algunos insistan en no querer lavarse las manos y en seguir paseando a las mascotas, aclara la magíster en psicología clínica Stephany Muñoz.

“Esa es una forma natural del adulto de validar sus propias decisiones, porque a veces se sienten tratados como niños y no lo son. Tienen una experiencia de vida que se debe reconocer, por eso la mejor forma no es pelear haciéndolos sentir ignorantes sino explicarles que el riesgo es real y que las medidas son una forma de protegerlo y cuidar a los demás”, enfatiza Muñoz.

Ahí la clave es establecer pactos en la casa, que tengan en cuenta su visión y que lo hagan sentir productivo y parte de la dinámica, no aislado. “Voy a sacar la mascota y si quieres me ayudas con esto, o voy a comprar lo que hace falta para la comida y puedes ayudarme a ver una mejor receta”, son algunos ejemplos que da la psicóloga sobre los pactos a los que se puede llegar en familia.

El CDC además recomienda para la población mayor una buena alimentación y tener una reserva de al menos 30 días de sus medicamentos. Esto es “garantizar nutrientes básicos en el día que den la energía indispensable para los procesos metabólicos y que haya una reserva en el organismo”, explica Rodríguez.

Para los adultos mayores, continúa el enfermero, es vital la hidratación y a veces esta se olvida por poner atención a otros suplementos vitamínicos. “Se debe ver como una prioridad estar tomando agua en todos los momentos del día”, apunta.

Finalmente, los profesionales en salud recalcan la importancia de construir una red de apoyo emocional para estas personas en casa. Enfatizan en que es clave hacerlos “sentir parte de”, en lugar de darles órdenes y enojarse con ellos por no seguir ciertas indicaciones. Eso también es trabajo de los otros miembros. Una familia es un equipo, un todo.