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Una caída a la mitad en los últimos meses de los precios del petróleo no solo afecta a Ecopetrol, los ingresos fiscales del Gobierno y el crecimiento de la economía colombiana en 2015, que cada vez más se proyecta entre 3,5 y 4,0 por ciento.
Por vía de menos exportaciones de crudo y más importaciones de todo tipo, está creciendo el desbalance de la balanza comercial y un riesgo económico de alto impacto: el déficit de cuenta corriente.
Eso quiere decir que el país está gastando más de lo que produce. Un fenómeno que pone en riesgo la inversión externa en el país y, por vía de una mayor demanda de bienes importados, se aumente la inflación en un contexto de alta devaluación del peso frente al dólar.
En términos del país, se trata de una vulnerabilidad externa que afecta el crecimiento de la economía y que durante los últimos 15 años se cubrió con: llegada de inversión extranjera; más endeudamiento –básicamente del Gobierno–; y los flujos de dineros al mercado local de capitales.
Pero si ese déficit se mantuvo en 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos 15 años, ya centros de pensamiento económico como Anif y Fedesarrollo alertaron por la evolución negativa de ese indicador durante un foro realizado ayer en el hotel Intercontinental.
Fedesarrollo proyectó que el déficit de cuenta corriente ascendió a 5,1 por ciento en 2014, aún no hay cifras oficiales del Banco de la República, y cerraría este año en 6 puntos del PIB, unos 48 billones de pesos.
El pronóstico se sustenta en que a diciembre próximo se reducirán en cerca de 10 mil millones de dólares (3 por ciento del PIB) el valor exportado. Y esto, por bajos precios del crudo, principal rubro de exportación, atado a una menor producción: ya no será rentable sacarlo de todos los campos y la caja no alcanza para exploración de más yacimientos (ver gráficos).
“Parte del déficit se cubrió en 2014 con inversión de portafolio fuerte (deuda pública, Bolsa), pero eso no se repetirá en 2015. Se deberá cubrir con más endeudamiento del Gobierno y del sector privado”, proyectó Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, para quien urge otra reforma tributaria (ver nota anexa).
Por su parte, Anif recalcó que fue una pésima estrategia de Colombia en los últimos cuatro años que más del 66 por ciento de la canasta exportadora estuviera en petróleo y otros minerales, mientras otros productos con valor agregado se estancaron en un 25 por ciento del total.
“El faltante externo viene con más devaluación del peso frente al dólar, lo que es oportunidad para el agro y la industria, pero la mala noticia es que el vecindario (latinoamericano) no ayuda, y no se compensará caída de exportaciones minero-energéticas”, argumentó Sergio Clavijo, presidente de Anif.
En esas condiciones, tampoco ayuda que la Reserva Federal (FED), el banco central de Estados Unidos, suba tasas de interés. Esto hará que los inversionistas no les resulte tan atractivo venir a mercados como Colombia y eso encarecerá al país la búsqueda de liquidez en el exterior.
Así lo explicó durante su intervención en el foro Ana Fernanda Maiguashca, codirectora del Banco de la República, al afirmar que es “preocupante” el déficit de cuenta corriente. “Si la economía crece 3,6 por ciento en 2015 (meta del Emisor) se esperaría que el déficit cierre paulatinamente”. La funcionaria agregó que lo más probable es que Colombia entró en una nueva era “de ajuste permanente en términos de lo que vende y compra al mundo”.