<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
HISTÓRICO
Cuando narcos y farándula se van de rumba
  • Cuando narcos y farándula se van de rumba | FOTO COLPRENSA
    Cuando narcos y farándula se van de rumba | FOTO COLPRENSA
POR JOSÉ GUARNIZO, GUSTAVO OSPINA Y LAURA BOTERO | Publicado

Cuando se apagaron las luces en la isla y se escuchó la consigna de la Policía Nacional, Ronald, el vocalista del grupo reguetonero Mortal Combat, se trepó como pudo a un árbol. "Morrón", su compañero de dueto, se quedó quieto. Comenzó a llorar.

Pero la rama del árbol se partió y Ronald, preso del pavor que le dio ver a agentes de la Dijín entrando como hormigas a la playa, cayó al suelo y vociferó, "¡somos cantantes! ¡somos cantantes!".

Ronald siguió llorando, tanto, que al día siguiente su manager Andrés Ateho le dijo en broma que sus lágrimas le recordaban a Cristian, aquel actor del programa Protagonistas de Novela, de RCN, cuyo llanto frente de las cámaras se robó la atención capítulo tras capítulo.

Pero la tensión no era para menos. Eran las 5:00 de la mañana del domingo 1 de julio. El cantante Jean Carlos Centeno comenzaba a tocar su segunda tanda de canciones, por las que Camilo Torres Martínez , alias "Fritanga", le pagó 25 millones de pesos, sin contar el yate que puso a su disposición. Así se lo confirmó a EL COLOMBIANO, uno de sus representantes. "Pero yo quiero aclarar que la contratación se hizo a través de un intermediario al que le pagamos 1'500.000 pesos", dijo.

En el video que ayer entregó la Policía se ve el momento en el que agentes esposan a "Fritanga" y le leen sus derechos. Él, después de abrazar a su esposa, grita a voz en cuello: "Seré su amigo forever". Pareció surreal que los asistentes, antes que guardar silencio ante un operativo tan delicado y de semejante magnitud, comenzaran a aplaudir.

Las imágenes muestran a una mujer semidesnuda corriendo de un lado para el otro. Alrededor, licor, comida, sillas derribadas, una tarima, arreglos florales. El cielo aclaraba. Eran las huellas, o más bien el vestigio de un verdadero festín.

Jean Carlos tuvo que tirarse al suelo, como todos. Su silueta también aparece en el video, difuminada por la poca luz. La Policía también filtró una fotografía en la que se ve abrazando a "Fritanga". Ambos ríen.

La pregunta es, ¿era la primera vez que Centeno cantaba para este hombre? "Sí, fue la primera vez. Se creía que era un matrimonio como otros en los que han contratado a Jean Carlos. Mejor dicho, una fiesta privada como cualquier otra".

El representante añade que Centeno y su equipo tenían pensado ir directamente desde Bogotá hasta La Guajira, a donde asistirían a un homenaje. Pero cuando los contrataron para la isla de Múcura, dijeron que lo hacían pero si asumían los costos del cambio de itinerario aéreo. Todo se los pagaron.

Mortal Combat, en cambio, era la segunda vez que se presentaba en una fiesta de "Fritanga" (cobraron 6 millones de pesos). Así lo reconoce Atheo: "Uno dentro de su ética laboral no maneja eso de estar preguntando. Uno especula y dice, este man puede ser un 'duro', pero el trabajo de nosotros no es preguntar, sino llegar, tocar, bajarnos de la tarima e irnos de ahí", dijo.

Conforme iban pasando las horas, tras la captura de Torres, comenzaron a conocerse más nombres. El cantante dominicano Arcángel, los puertorriqueños Jowell & Randy y el vallenatero Silvestre Dangond , también hicieron parte de las estrellas que "Fritanga" llevó a su boda, según dijo un investigador de la Policía.

Y era difícil que Dangond lo negara. En la página web www.silvestredangond.com, se lee que el artista agenda el 27 de junio para cantar en: "Islas del Rosario, Bolívar. Presentación Fiesta de Matrimonio".

De hecho, el abogado de Dangond, Abelardo de La Espriella aseguró que su defendido no tenía por qué saber quién era esa persona que lo estaba contratando.

"Lo que no se puede permitir es que se le endilgue una responsabilidad a unos particulares, como son los artistas, asunto que le corresponde exclusivamente al Estado colombiano".

En un comunicado de prensa, la Policía se pronunció frente a que "esta situación no implica una relación o compromiso directo del artista con el señalado cabecilla de la banda criminal 'Los Urabeños' (es decir, 'Fritanga')".

Famosas 'narcofiestas'
Que los narcotraficantes contraten a artistas de renombre para sus fiestas personales es tan antiguo como el mismo negocio de la droga. Fernando Rodríguez Mondragón , hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela , relató en su libro "El hijo del ajedrecista" escenas de varias fiestas por las que, según él, pasaron cantantes como Juan Gabriel y Óscar D' León.

Mondragón también aseguró en su momento que el Grupo Niche amenizó, hace varios años, el matrimonio de uno de sus hermanos.

Entre las famosas narcoparrandas con artistas figura una fiesta celebrada presuntamente en una finca llamada San Miguel, de Palmira, Valle, de propiedad de Julio César Caicedo , esposo de la excongresista Dilian Francisca Toro . El terreno estaba en litigio porque, aparentemente, perteneció a un hermano medio del narcotraficante Víctor Patiño Fómeque.

Caicedo se defendió diciendo que la finca se la había comprado a un transportador del Valle. En la fiesta, celebrada en 2002 y cuyo video llegó a poder de la DEA y por supuesto a YouTube, se ve a los líderes del cartel del Norte del Valle Wilber Varela , alias "Jabón"; a Luis Ocampo Fómeque , el hermano de Víctor Patiño (supuesto anterior dueño del predio y quien fue asesinado en febrero de 2003); a Jaime Pineda, alias "Pispi" y a Gildardo Rodríguez, narcotraficante conocido como "el Señor de la Camisa". En la fiesta cantan, entre otros artistas, Luis Alberto Posada y Darío Gómez.

El anecdotario ha alimentado el morbo de cuanto libro de narcos sale a la luz pública. El escritor Alfredo Serrano Zabala , en su texto "Las Prepago", detalla las rumbas que supuestamente hacía Juan Carlos Abadía , alias "Chupeta", hoy extraditado a los Estados Unidos. Las celebraciones no distan mucho de lo que se vio en la isla Múcura con "Fritanga". "Él solía hacer ese tipo de reuniones y no dejaba que nadie pagara por algo, todo corría por cuenta de él. Las niñas, en su mayoría, no querían regresar porque 'Chupeta' era como el rey Midas, todo se convertía en oro", se lee.

México no ha sido la excepción. Según el diario La Reforma la cantante Alejandra Guzmán habría participado en una narcofiesta con el grupo criminal de "Los Zetas", en 2006.

María Antonieta de Las Nieves , más conocida como "La chilindrina", dijo en cierta ocasión que Roberto Gómez Bolaños estuvo hace años en un show privado para narcotraficantes en Colombia. "Chespirito" respondió que él no investigaba el pasado de quienes lo contrataban.

Sanción social
Ante tan nutridos ejemplos surgen muchas preguntas. ¿Está bien que los cantantes, sin preguntárselo si quiera, reciban plata de narcotraficantes? ¿Es o podría llegar a ser un delito? En esto hay posiciones encontradas.

Fabián Sanabria , director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), dice que en Colombia no aplica la sanción moral por este tipo de comportamientos en un artista. Y lo argumenta en el hecho de que la "cultura traqueta" se ha incorporado muy adentro de los hábitos sociales. "Así la gente lo niegue y de dientes para afuera lo critique, los estándares sociales le apuntan a eso como un ideal: una mujer estilo Yayita, una camioneta 4x4 y fiestas de una semana".

Sanabria dice, sin embargo, que en otros países la sociedad sí es implacable al castigar a los artistas cuando descubren que están en malas compañías. "Dejan de comprar sus discos, dejan de ver sus películas o sus programas de televisión. Pero la sociedad civil en Colombia no cuenta con las herramientas para castigar moralmente a la farándula".

Distinto piensan otros analistas. Antanas Mockus, por ejemplo, dice que cuando un artista cae por ingenuo en estas contrataciones, la sanción debería generarse justamente por eso, ¡por ingenuo!

Desde que se conoció del derrochador banquete de alias "Fritanga", en las redes sociales comenzó a estallar la indignación. El periodista Gustavo Gómez habló fuerte desde su cuenta de Twitter: "Los colombianos no queremos artistas que se lucran o diviertan con los dineros mal habidos de delincuentes como fritanga". Minutos antes había trinado: "No convivamos con el crimen. No pasemos de agache con criminales que enredan artistas y músicos. Debemos saber quiénes estaban con Fritanga".

La politóloga Natalia Springer dijo, palabras más palabras menos, que si bien aquello no era un delito, al menos sí debería tener una sanción social.

El periodista y maestro Javier Darío Restrepo añade al debate que estos episodios deben abrir un interrogante de hasta qué punto en Colombia todo se compra y se vende. "Creo que eso es lo que más daño nos está haciendo. La corrupción está en todos los niveles, principalmente en los más altos, precisamente porque en este país se le hace inclinación de reverencia al dinero".

Restrepo considera "natural" que un cantante (sobre todo los más jóvenes) quiera conseguir plata con su desempeño". El problema, dice, es cuando ve que en la sociedad todo el mundo asciende sin sentir ningún escrúpulo sobre de dónde proviene ese dinero.

Restrepo pidió no olvidar que durante el florecimiento del narcotráfico en Antioquia, mucha de la plata de la mafia ayudó a prosperar empresas paisas. "Cuidado", finaliza, porque eso "es lo que la sociedad está formando desde hace décadas".

x