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Jorge Cárdenas, el pintor que falleció el domingo 4 de marzo, tenía a varios artistas dentro de él. Por eso los comentaristas de su obra coinciden en afirmar que su estilo era ecléctico, sus obras eran diferentes unas de otras, como si perteneciera a varias corrientes artísticas. La única característica que se mantiene en sus obras es el fino acabado de las figuras y el dominio del color.
El segundo apellido de este artista nacido en Santa Rosa de Osos, en 1931, es Hernández. En una entrevista que le concedió a la periodista Liliana Vélez de Restrepo, publicada en El Colombiano con el título “En el arte nada es fácil”: Jorge Cárdenas”, al hablar de sus orígenes, él dijo que su gusto por la pintura lo atribuye en gran medida al “ambiente cultural de mi tierra y la otra parte, para mí grandísima, fue el apoyo hasta donde era posible, de mis padres, yo no tuve oposición”. Y en cuanto a su primer maestro, le dijo: “empecé en mis clases con Javier Gutiérrez, con el dibujo que nos dictaba, pero al mismo tiempo él me estimulaba para que copiara a Rafael y a Miguel Ángel. Con la suerte que empecé a dibujar y a conocer dibujos, y bueno, a tratar de dibujar de libros que había en la biblioteca”.
Y esta respuesta del maestro explica lo que detecta el curador Óscar Roldán, director de Extensión Cultural de la Universidad de Antioquia, en la obra de Cárdenas: “hay pinturas en las que recuerda a Munch; otras, a Monet. El maestro Jorge Cárdenas fue un gran estudioso de los fenómenos del arte universal, las corrientes artísticas y por todas las formas del arte conseguía cabalgar. Manejaba las posibilidades del realismo”. Dice que se sorprende de cómo podía tener tan vasto conocimiento, en una época en la que las comunicaciones no eran tan rápidas ni fluidas como ahora, y cuando la circulación del arte era más escasa.
“Jorge Cárdenas era un gran intérprete del arte”, puntualiza Roldán.
Para la artista Martha Lucía Villafañe, directora del Museo Juan del Corral, de Santa Fe de Antioquia, Jorge Cárdenas creó una obra compleja y valiosa, muy representativa de su época. Cree que es un artista íntegro, por esa misma diversidad de temas, el dominio del color y la calidad de sus pinceladas. Cree que dejó una escuela. Aparte de cientos de pinturas de temas diversos como paisajes naturales, retratos, desnudez humana y, en general, un arte figurativo, Cárdenas fue siempre un sujeto generoso con sus conocimientos.
“Fue profesor, muy apreciado por los alumnos”, comenta Óscar. Fue docente en la Universidad de Antioquia, en Bellas Artes, y en su taller particular, que en los últimos años estuvo situado en Envigado.
En esa faceta de estudiar sobre el arte, las corrientes creativas, los artistas, también le alcanzó para interesarse por el arte antioqueño. Con su esposa, Tulia Ramírez de Cárdenas, realizó una investigación auspiciada por el Museo de Antioquia y publicada en el libro Evolución de la pintura y escultura en Antioquia, en 1986.
Algunas exposiciones de sus obras se recuerdan con especial interés. Una retrospectiva de la Cámara de Comercio y otra de la Universidad Eafit. Recibió el Premio a las Artes y las Letras de la Secretaría de Cultura, en 1989.
En una conversación de la que derivó una nota periodística, con motivo de la muestra de Eafit, en 2016, el maestro Jorge Cárdenas dijo en este diario que en el arte, lo que no debe faltar es armonía y equilibrio: Esos dos elementos son los “que hay en todas las obras de arte desde la prehistoria hasta lo más contemporáneo. Si en una pintura moderna no hay armonía, que es el equilibrio, el color y la densidad de las tonalidades, es una obra tan floja como puede ser una academia mal hecha”.