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De Cazafantasmas a Overboard pasando por la nueva versión de Ocean’s 8, las mujeres están reemplazando a los hombres en muchos remakes en Hollywood, un fenómeno que refleja un cambio de mentalidad pero también una cierta cautela, según los observadores.
Ocean’s 8 con Sandra Bullock, Cate Blanchett y Anne Hathaway, entre otras estrellas, es una versión femenina de la famosa saga de cintas de gángsters que acaba de lanzarse con gran fanfarria, mientras que el remake de la película de Mel Gibson Lo qué ellas quieren (2000), esta vez con Taraji P. Henson, está prevista para el próximo año.
La nueva Overboard, actualmente en cartelera, cambió los papeles de la exitosa comedia de 1987 para poner a Anna Faris en el papel que hacía Kurt Russell en aquella.
Las reinterpretaciones con cambio de género se remontan a la época dorada de Hollywood con, por ejemplo, New Moon (1940) de Howard Hawks, en la que Rosalind Russell encarna un personaje inicialmente interpretado por un hombre en The Front Page (1931).
Pero esta tendencia ha aprovechado recientemente el auge del movimiento #MeToo y los intentos de los estudios de contrarrestar las acusaciones de sexismo que se han intensificado en los últimos años.
Misoginia
A medida que se van anunciando, estos filmes generan una enorme expectativa.
Cazafantasmas (2016), en torno a un equipo femenino de cazadoras de espectros comandado por Melissa McCarthy y Kristen Wiig, provocó una avalancha de reacciones en comparación con la cinta de culto con Bill Murray (1984). Ver anécdota.
Otros observadores creen, sin embargo, que aunque esta inversión de género parece progresista, en realidad no está en línea con la lucha por la igualdad salarial o el acoso sexual en Hollywood.
“A pesar de que me puedo entusiasmar con una película como ‘Ocean’s 8’ (...), al final de cuentas da la impresión de que las películas todavía necesitan una carnada masculina para rodarse”, lamentó Hazel Cills, del sitio web de cultura pop feminista Jezebel.
“Estas películas que invierten los géneros dan a entender que las mujeres no son lo suficientemente importantes como para tener sus propias historias y, por lo tanto, tienen que apoyarse en sagas masculinas que ya han sido exitosas”, agregó.