viernes
7 y 9
7 y 9
Fueron 10 años los que vivió Carlos César Arbeláez con el guion de su nueva película, Eso que Llaman Amor, en la cabeza. Cambios, combinaciones y cortes fueron parte del resultado final que se estrena este jueves en las salas de cine.
El filme que narra diferentes formas del amor y cómo este influye en los protagonistas, también muestra esa Medellín en la que ha vivido el director casi toda su vida, y que es diferente en cada persona.
Carlos César, recordado por Los Colores de la Montaña, habló con EL COLOMBIANO sobre su segundo largometraje de ficción, su amor por la ciudad y cómo le dio forma a su nuevo filme.
Eso que Llaman Amor es una película que enlaza tres historias. ¿Cómo fue el proceso para conectarlas y que el filme quedara coherente?
“Cuando empecé a escribir el guion estaba obsesionado con el Decálogo de Krzysztof Kieślowski, que fueron unas películas para televisión en la que cada una era un mandamiento. Mi idea era hacer cuatro películas episódicas sin combinar las historias, pero mientras escribía el guion me di cuenta de que cada historia resonaba en la otra, lo que les daba mayor profundidad”.
Si la idea era hacer cuatro cuadros, hubo uno que quedó por fuera del filme. ¿Qué pasó con esa historia?
“La película originalmente contaba esas cuatro historias, pero el problema era que duraba más de dos horas, se sentía muy larga y además me dijeron que sería difícil distribuirla. Por ello, primero empecé a recortarla, pero me di cuenta de que la estaba dañando. Al final decidí sacar uno de los relatos”.
¿Qué fue lo que más disfrutó de Esto que llaman Amor?
“Disfruté mucho en la creación de los personajes, un tema que no me pasó tanto con Los Colores de la Montaña. En este caso ensayamos con los actores más de un año. Los puse a estudiar en profundidad sus personajes. Hasta fuimos a elegir la ropa que usarían y los entrevisté como personajes. Hubo un casting de 4.500 personas para seleccionar a los seis protagonistas”.
¿Qué visión del amor tenía para esta película?
“Es algo particular. Yo le envié el filme a un amigo para que lo editara. A las dos semanas me llamó y me preguntó, ‘¿Carlos, cuál es el tema de tu película?’ y yo le dije: pues el amor. Y me respondió ‘no, la película es sobre la soledad’. Escribí esta película por 10 años ¿y me venís a decir ahora que no es de amor sino de soledad? (risas). Luego me encontré con una frase de García Márquez que decía ‘Cuando uno conoce el amor, conoce la soledad’. Ahí entendí que los dos son caras de la misma moneda y eso está en la película. No son amores de telenovela, son amores desde la humanidad de cada personaje”.
En Los Colores de la montaña la historia transcurre en el campo y en Eso que Llaman Amor estamos en la ciudad, con enfoques distintos. ¿Hay alguna similitud entre filmes o son muy diferentes?
“Cuando algunos amigos leyeron el guion me dijeron que el público se iba a resentir, ya que cuando uno tiene más o menos un poco de éxito con una película, las personas esperan que hagas algo parecido en tu siguiente producción. La gente se resentirá un poco, porque es una historia diferente, pero bien contada desde la humanidad de sus personajes, una mirada más intimista”.