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Justo en el año de su aniversario 25, el Ballet Folklórico de Antioquia (Bfda) vuelve a estar en el centro de una polémica por cuenta de las actuaciones de su escuela de formación, que habría ofrecido técnicas en danza luego del año 2010 sin tener la licencia para operar este tipo de educación no formal.
Una de las estudiantes que se califica como afectada es Violeta Garzón, una bailarina y abogada en formación que el pasado martes instauró una denuncia penal en la Fiscalía contra el Ballet Folklórico de Antioquia por estafa: “Ellos educativamente son muy buenos, tienen excelentes profesores y las clases eran de alta calidad, pero no contaban con la licencia. A cerca de quince estudiantes que recibimos las técnicas en danza contemporánea, folklórica y ballet que ofrecía el Bfda se les prometió una educación en un programa técnico y la institución no estaba facultada para dictar ese tipo de programas”.
En ese sentido se pronunció el secretario de Educación de Medellín, Luis Guillermo Patiño, luego de conocerse una resolución de esa dependencia que ratifica que el Ballet Folklórico de Antioquia perdió la licencia para ofertar técnicas desde hace más de cinco años (diciembre de 2010).
“Desde 2006 ellos habían solicitado una licencia para un tipo de educación no formal para presentar estos formatos de danzas a la comunidad. El aval se les había entregado y por no cumplir con algunos requisitos se llevó un proceso desde 2010. Ahora lo que se ratifica es que no pueden seguir dando certificación en este proceso de educación no formal”, indicó el funcionario.
Sin embargo, Patiño agregó que es importante aclarar que el Ballet Folklórico de Antioquia continúa operando, que es una entidad que se rige bajo parámetros privados y que su funcionamiento en este momento no tiene ningún tipo de cuestionamiento: “pueden dar clases, pero no entregar certificados”, puntualizó.
Tatiana Correa, directora administrativa y financiera del Bfda, aceptó que desde 2010 la entidad perdió por un cambio en la normatividad la licencia para ofrecer estas técnicas y señaló que luego de un proceso complejo estiman volver a recuperar este aval para educación no formal de acá a mitad de año.
Correa aclaró además que para evitar las confusiones y las polémicas, mientras vuelven a tener el aval oficial, desde 2014 decidieron suspender los diplomados en danza que ofrecían. De acuerdo con su testimonio, algunos estudiantes se confundieron con el programa técnico que tienen prohibido ofertar desde hace seis años.
Mientras cumplen el requisito jurídico que les permite certificar, lo que sí presta actualmente el Ballet Folklórico de Antioquia, de acuerdo con su vocera, son cursos recreativos en danza para cerca de 500 personas en edades desde los dos años en adelante.
“Esos cursos continúan y son de carácter recreativo, como los ofrece cualquier academia de baile. Lógico que no tienen certificación pero sí se les puede dar una constancia de las horas cursadas”, apuntó Correa.
La expedición de una licencia de construcción para su sede de Prado, en el centro de Medellín, impide que se entreguen todos los requisitos para aspirar a recuperar el aval que tuvieron entre 2006 y 2010, y para poder volver a formar a jóvenes en técnicas laborales.