viernes
7 y 9
7 y 9
El cóndor, el emblemático pájaro de los Andes, es el protagonista del concierto de esta noche.
El ave, interpretada por el violonchelo, es acompañada por la Orquesta, la Filarmónica Joven de Colombia, en su vuelo, desde el momento cuando, con notable esfuerzo, abandona el risco y se lanza al vacío; pasando por esos otros no menos difíciles instantes cuando debe aletear fuerte para elevarse y alcanza el nivel en los cielos para abandonarse en un vuelo ligero y suave con sus alas bien extendidas, hasta la última etapa de regreso al sitio firme en la Tierra donde comenzó todo.
Se trata de una composición del peruano Jimmy López titulada Concierto para Violonchelo y Orquesta: El Señor de los Aires.
“Fue un encargo que le hicimos en la Universidad Cristiana de Texas, donde trabajo desde hace 19 años —explica el maestro Germán Gutiérrez, músico tolimense, director de la Filarmónica Joven en este concierto. Es una obra exigente para los músicos”.
Cuenta que el compositor la hizo para el doctor en violonchelo Jesús Castro-Balbi, de origen peruano, quien, por cierto, llega como solista invitado en el concierto que brinda hoy la Filarmónica Joven.
“Es una grata coincidencia que dos de las personas que participamos en el estreno de esta obra hace dos años, Germán Gutiérrez, el director, y yo, el violonchelista, estemos juntas en este escenario”, manifestó el solista, quien cuenta que nació en el país inca y a los cuatro años sus padres se trasladaron con él a Francia, donde recibió su formación musical. “Pero, por supuesto que disfruto de la música criolla de mi país”.
Esa es una parte central del concierto El color de la música, cuyo repertorio, según la directora Ejecutiva de la Orquesta, Helena Barreto, fue escogido por el comité artístico, el cual define las metas pedagógicas y, de acuerdo con ellas, los contenidos musicales que contribuyan en la formación de más de cien jóvenes.
Además del cóndor, el programa lo complementan Los Cuadros de una Exposición, del ruso Modest Mussorgsky, quien hizo pequeñas obras en piano a partir de las sensaciones que le causaban los cuadros de un artista amigo suyo, Víktor Hartmann. Esas piezas fueron llevadas a orquesta, entre otros, por Maurice Ravel.
Para honrar la tercera parte del nombre de la Orquesta, incluyen Concertante Op. 178, de Blas Emilio Atehortúa.
Este concierto es “un homenaje a la juventud y al siglo XX”, resume Helena Barreto, la directora ejecutiva.