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Uno de los propósitos del Sistema de Bibliotecas de Medellín, según Juan Carlos Sánchez, Subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio, es formar ciudadanía no solo a través de personas que consumen más libros, sino de lectores que comprenden y le den una profunda importancia a la conversación, la escucha y la palabra.
Para hacer realidad ese deseo se hizo una reformulación técnica del Plan ciudadano de lectura, escritura y oralidad, “En Medellín tenemos la palabra” —liderado por la Universidad de Antioquia y la Administración Municipal— y comenzará operación este año. Esta es una invitación abierta a que la comunidad ejerza el derecho a leer, a escribir y a conversar.
“Se trata una hoja de ruta y una nueva faceta de la política pública de lectura, escritura y oralidad, fruto de una construcción colectiva de diferentes actores: universidades cajas de compensación familiar, fundaciones, corporaciones, colectivos y otras organizaciones sociales y comunitarias; además de ciudadanos, gestores culturales, bibliotecarios escolares, comunitarios y populares, jóvenes y adultos que representan una ciudadanía activa”, asegura Sánchez.
Antes había un Plan Municipal que aportó al desarrollo de la política pública de lectura y escritura, ya que dio base al Acuerdo 79 de 2010 y Decreto 0917 de 2011. No obstante, la nueva estrategia reconoce que existen diferentes narrativas y múltiples alfabetizaciones, pues ya no solo se lee de manera tradicional, por lo que también hay que moverse por el mundo digital.
En 2017, el Plan ciudadano fortalecerá la oferta que ya se venía trabajando y, adicional, realizará acciones que se adaptan a espacios no convencionales y virtuales. La gran apuesta estará en los territorios rurales, hospitales, centros penitenciarios y centros educativos para que la ciudadanía comprenda que los temas de promoción de lectura trascienden los espacios físicos de una biblioteca.
“Esto es una ventaja porque nos permite jugar con las narrativas y los mensajes para ganar más presencia en Medellín, también nos permite mayor libertad a la hora de proponer proyectos que lleguen a estos lugares”, dice el subsecretario y, al mismo tiempo, afirma que el Plan de lectura es acorde con necesidades de los territorios y los públicos.