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Botero y Picasso, juntos en Francia

  • El gato, escultura de Fernando Botero que se exhibe en el parque biblioteca del corregimiento de San Cristóbal. FOTO: Jaime Pérez Munévar
    El gato, escultura de Fernando Botero que se exhibe en el parque biblioteca del corregimiento de San Cristóbal. FOTO: Jaime Pérez Munévar
01 de diciembre de 2017
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60 obras del pintor y escultor antioqueño, Fernando Botero, estarán exhibidas junto con 20 obras de Pablo Picasso (fallecido en 1973) en el Hotel de Caumont en Aix-en-Provence (sureste de Francia). La exhibición Botero, diálogo con Picasso estará abierta hasta el 11 de marzo de 2018.

Aunque siempre admiró a Picasso, Fernando Botero encontró su propio camino hasta definirse como el pintor de los “volúmenes exaltados”, se congratula ahora con motivo de una muestra en Francia que compara su obra con la del artista español. “La dimensión exaltada da al objeto una sensualidad, una existencia más intensa, una presencia más grande”, dijo el pintor y escultor colombiano, en la presentación de la exposición

“Con su genialidad, su capacidad de adoptar todos los estilos, Picasso inspiró a todos los pintores del mundo” y admitió haber vivido muchos momentos de su carrera bajo su influencia.

Como en la obra del español, los temas del circo, las corridas de toros, los desnudos y las naturalezas muertas están muy presentes en su trabajo. “Pero encontré una forma personal de expresarme, que no tiene nada que ver con Picasso”, agregó el artista, de 85 años.

Es preciso recordar que fue gracias a un artículo escrito por Botero y publicado en EL COLOMBIANO en 1949, sobre el pintor español Pablo Picasso, que fue expulsado de la secundaria en la Universidad Pontificia Bolivariana, porque en ese momento lo consideraron atrevido y las ilustraciones (unos desnudos) obscenas.

El pintor colombiano admite su frustración por no haber conocido a este “maestro extraordinario”, fallecido en 1973. “En 1953, con un amigo, fui a su casa en Vallauris”, una localidad de la Costa Azul francesa donde el pintor vivió durante varios años. “Alguien nos abrió la puerta pero no nos acogió porque no habíamos concertado ninguna cita. ‘Quédese aquí; viene cada día’, nos dijo el responsable de un bar justo al lado... Me quedé, pero no vino”, lamenta hoy Botero.

Encontrar un estilo

La muestra, que expone 60 cuadros y dos esculturas del colombiano y 20 pinturas del español, pone en evidencia este recorrido, desde la emulación hasta la distinción de Botero respecto a Picasso.

Por ejemplo, en su periodo cubista, Picasso descompone los objetos, mientras Botero los transforma para mostrar el volumen y la masa. “Picasso descompone y deconstruye. Cuando pinta una guitarra, hace una simplificación que recuerda la guitarra, pero quitándole el volumen. Yo hago una guitarra masiva”, dice el artista colombiano.

La curadora de la muestra, Cecilia Braschi, dijo que “es un diálogo (entre ambos artistas) hecho de intercambios, de idas y venidas y a veces de desacuerdos”.

En la pintura de Botero, los sujetos tienen formas voluptuosas, coloridas y sensuales. Y su escultura representa una continuidad de este estilo. “Es una prolongación de mi trabajo como pintor, es más fácil pasar de un volumen irreal a uno real porque mi pintura ya tiene un cierto volumen”, anota Botero.

En cambio, la expresión de los rostros es ignorada de forma deliberada. “No quiero hacer un estudio psicológico de los personajes. Para mí, una cabeza es un objeto, como una mano o un pie”, explica Botero. “La no expresión se convierte así en una expresión”.

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