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Con la Big Band de La Pascasia, que estará en el escenario en compañía del cantante Fernando González, se cierra esta noche una nueva edición del Festival Internacional de Tango de Medellín que se organiza cada mes de junio.
Los tangos sonarán a salsa, bolero y también a ritmos tropicales en el espectáculo programado en la plaza que lleva el nombre de Gardel, el lugar que acogerá a los músicos y al público, ese que siente el tango resonar en la ciudad por estos días.
El festival se abrió el lunes pasado con el Campeonato Mundial de Baile, en el que participaron 690 bailarines que llegaron a Medellín desde distintas partes del mundo. Hubo concurso de canto en el Teatro Pablo Tobón Uribe, también con participantes extranjeros, algunos vinieron desde Estados Unidos, Uruguay, Chile y hasta de Japón.
De todos los espectáculos, uno de los que más emocionó al público fue el del viernes, la Gala Sinfónica con la cantante Susana Rinaldi, icono de este género que tiene un segundo hogar en Medellín. De ese día, la secretaria de cultura de Medellín, Lina Botero, destacó la participación de las orquestas, la sinfónica de Eafit y la Panamerican Symphony Orchestra, además de aplaudir la participación de Rinaldi.
“En el concurso de baile vimos un nivel increíble en los participantes. Hubo una gran participación de niños y niñas de la ciudad que nos sorprendieron”, contó entusiasmada la secretaria de cultura.
También resaltó que este año, por primera vez, se llevó el Festival Internacional de Tango a la Plaza Botero. “Uno de los escenarios más lindos de la ciudad”, dijo ella.
Concluye entonces una semana de programación en la que hubo talleres infantiles y de baile, presentaciones artísticas y clases de tango abiertas al público.
Para la secretaria de cultura el balance es muy positivo, y por varios factores: todos los escenarios estuvieron llenos, entre ellos el Teatro Pablo Tobón Uribe y el Teatro Metropolitano. “Ese es un motivo de gran alegría. La apuesta por el tango en la ciudad sigue muy viva”, dice la secretaria.
El éxito del festival se debe a tres motivos, cuenta ella: su duración (ocho días), que da cuenta de la importancia que se le da al género, las casi 35.000 personas disfrutando de la programación y la calidad de los espectáculos que se presentaron.
Según Botero, la celebración se hace en junio para conmemorar la muerte de Carlos Gardel, quien para ella, visitó la ciudad justamente porque ya era tanguera. Además, contó que en cada versión se le hace un reconocimiento a esos personajes que tienen el sello del tango y lo llevan por el mundo, esta vez el homenajeado fue Homero Expósito, conocido como el poeta del tango.
Cerrada esta edición, en la noche, ya empezarán hablar de quién será el próximo año y a preparar el próximo festival.