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Han pasado sesenta y tres años desde que dejó este mundo y quién sabe cuántas mujeres más bellas, más blancas y estilizadas, más prototípicas, menos originales, se han convertido en íconos de la moda. Obnubilan, pero solo por un instante. Pocas permanecen en el imaginario, no solo de los creadores tras las pasarelas sino de todo tipo de artistas. Ninguna como Frida Kahlo. Madonna la cita como fuente de inspiración, -varias escenas de su video Bedtime Story retomaron las famosas pinturas de la artista-- y Vogue la convirtió en su musa. En Medellín revivirá en las tablas. La artista mexicana es un referente, un personaje que aún fascina.
Montaje teatral: frida libre
Hay innumerables obras de teatro inspiradas en la pintora y poeta mexicana. La más reciente y que además vuelve a la ciudad es Frida libre, un monólogo escrito por Flora Martínez y Víctor Vásquez, con música de José Reinoso. Estará en Medellín, en el Teatro Pablo Tobón Uribe, después de agotar boletería en su última visita. La actriz colombiana que la interpreta cuenta que: “La historia de Frida Kahlo es una invitación a vivir, a disfrutar cada gota de vida. Ella decidió no echarse a morir”.
Ícono de moda después de su muerte
Así como sus obras, Kahlo usaba su vestuario como medio de expresión. “Utilizaba prendas indígenas como una manera de reflejar el orgullo por su país, colores fuertes que reflejaban su personalidad y siempre llevaba flores en su cabeza”, cuenta la fotógrafa mexicana Melissa Hernández.
En 2012, Frida fue portada de la revista Vogue, y ese mismo año el Museo Frida Kahlo expuso 300 de sus prendas, entre vestidos, zapatos, joyas y perfumes. También la hemos visto reflejada en colecciones de Jean Paul Gaultier, Givenchy, Kenzo, Alberta Ferretti y Angela Missoni.
También en varias obras literarias
Frida Kahlo ha tenido un gran impacto, principalmente en las últimas dos décadas, en varios escritores. La autora mexicana Elena Poniatowska, en su obra Las siete cabritas “Diego estoy sola. Diego ya no estoy sola”, incluye un cuento en el que intenta ponerse en el lugar de Frida, narrando sus pesares en primera persona.
Aung than la hizo personaje de cómic
La artista no es la protagonista de esta historieta, sino una pequeña niña que sufre un complejo estético. Los trazos de Khalo, de Gavin Aung Than, se pueden ver en Strange Like Me. En fragmentos del cómic se puede leer: “Durante mucho tiempo, creí que era la persona más extraña del mundo, después me di cuenta que hay mucha gente en la Tierra, que seguramente habría alguien que se sintiera igual de imperfecta que yo (...) Entonces, si existes es porque estás leyendo esto, mientras yo existo siendo igual de extraña que tú”.