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¿Mandarina? “Sí, mandarina. Porque es una de las palabras que me resultan más sonaras en español. Es solo un asunto de sonoridad. No profundices mucho en eso, que el asunto no es tanto de significado sino de forma”.
Es el escritor Juan Diego Mejía, quien dictará un taller de escritores: La Mandarina Creativa.
Visto esto, lo del nombre, digamos que el taller es resultado de 30 años de trasegar de este escritor antioqueño por el mundo de la literatura. Hizo parte del taller de Manuel Mejía Vallejo, en la Biblioteca Piloto; en su estancia en Bogotá, dirigió algunos; en la Universidad Nacional, ayudó a construir la maestría en Escritura Creativa. En fin, solo faltaba que abriera el taller en Medellín para compartir su conocimiento —y sus búsquedas, que nunca terminan—, con personas que deseen manejar herramientas de creación literaria.
“Alberto Aguirre me decía: ‘¿Vos creés que a escribir se enseña?’. Yo le respondía: ‘Puede que no se enseñe a escribir, pero sí se contribuye a que otros ganen tiempo’. Puedo decirles a los escritores: sigan tal ruta. Orientarlos con lecturas y ejercicios específicos”.
En escritura de relatos, Mejía enseñará a enfrentarse a la historia, hablar de ella, cómo empezarla... Cuál es el asunto clave. Quién es el personaje, cómo es, cuáles son sus anhelos y cuáles los obstáculos para alcanzarlos. Cómo narrar la historia, los tipos de narradores. El manejo del tiempo...
A Juan Diego no le gustan los talleres de duración indefinida. Por eso le pone término al suyo: dos meses, febrero y marzo. Ocho sesiones. Trazará objetivos y, aunque no es un curso, al final, los asistentes recibirán certificado por los logros obtenidos.
“¿Que si el taller ayuda a hallar la propia voz? Sí contribuye. Aunque eso es algo en lo que a un escritor se le va la vida entera”.