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El poder de la iluminación en las obras de arte

La iluminación es fundamental cuando de exponer obras de arte se trata. Los museos lo saben e invierten en ello. La tecnología de ahora es led.

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21 de mayo de 2015
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No es solo de prender las luces para que una obra de arte se vea mejor. La iluminación es uno de esos elementos que está fuera de la pieza misma, pero importante para que se pueda ver lo más cercana a como el artista la pensó.

Ella no solo influye en cómo se ve una pieza, también en la conservación. La luz puede ser enemiga y, por eso, cuando de mostrar una exposición se trata, o un museo piensa en iluminar, los detalles son fundamentales.

Para Emiliano Valdés, curador del Museo de Arte Moderno, tal vez la iluminación no cambia la perspectiva, pero genera condiciones idóneas para que, por ejemplo, una obra se pueda ver bien y con claridad.

Varias cosas piensa un curador cuando debe iluminar una muestra. Depende del tamaño, la técnica, incluso material. Tiene que ver también con el estilo del curador. Emiliano cuenta que hubo un momento en el siglo XX donde la tendencia era hacer una iluminación más teatral, que tenía que ver también con el desarrollo de la tecnología de iluminación en general. Ahora, sin embargo, y hablando en términos generales, precisa él, se tiende a que sea cada vez más diáfana, incluso, más clara.

Los cambios

El avance de la tecnología influye. La vanguardia ahora es la iluminación led. La anterior, y que todavía muchos museos tienen, es halógena. Juan Guillermo Bustamante, director de Arquitectura y logística del Museo de Antioquia, explica que la tecnología anterior da una iluminación muy amarilla que trata de generar una luz cromática muy parecida a la del sol.

Hace unos diez años fue la mejor opción, no tanto ahora, cuando los led ofrecen más beneficios. Esta es una luz fría, que si bien al principio reflejaba solo la luz cromática de la obra en un 50 por ciento, hoy en día, precisa Juan Guillermo, lo hace más del 90 por ciento.

La luz halógena, que se ha mantenido por su buena reproducción cromática, gasta mucha energía, necesita servicio técnico con frecuencia y genera calor, lo que no es bueno para las obras de arte y obliga a potenciar el aire acondicionado.

Juan Guillermo explica que los museos están en un paradigma, porque hacer el cambio a led implica una inversión inicial muy alta, aunque a largo plazo un gasto menor –ahora por consumo de energía pagan en el de Antioquia un millón de pesos diarios– y además ser más amigables con el ambiente. “Si yo logro tener una lámpara que no caliente y consuma menos, mi consumo baja drásticamente”.

El Museo del Prado, en España, anunció el cambio. El nombre del proyecto es Iluminando el Prado y el presupuesto estimado está entre los 800 mil y el millón de euros. La aplicación es paulatina. Ya empezaron con las Pinturas negras de Goya y terminarán, en 2017, con Las Meninas de Velázquez.

Las pinturas negras de Goya, cuentan en un artículo de El País de España, ya no son entonces tan negras, porque ahora tienen “más claridad y nitidez, con menos claroscuros, el colorido y los detalles de la pincelada del artista aragonés”. De hecho, se lee en la misma nota, Manuela Mena, jefe de Conservación de Pintura del siglo XVIII y de las obras de Goya del Prado, comentó que es un error que se digan que son negras. “Siempre tuvieron colorido y luz porque, además, Goya era un auténtico maestro de la luz. Sus pinturas recibieron ese nombre en la España negra de Gutiérrez Solana, en 1898, cuando se produjo la valoración de lo negro, y ya se quedó”.

Lo que pasa es que la iluminación sí las cambia. Es como si una sombra se hubiese ido de ellas. Ahora para las 15 salas del siglo XIX y una parte de Goya, que ya están alumbradas con led, se han revelado detalles que no se veían antes, pero que han estado ahí desde hace mucho.

Experiencia local

El Museo de Antioquia, que trabaja en el proyecto del cambio tecnológico desde hace un año, todavía busca financiación, porque la inversión es alta. El Prado lo tiene, corre por parte de la Fundación Iberdrola.

La intención que tienen, comenta Juan Guillermo, es empezar este 2015, todo depende de los patrocinadores, y estar terminando en 2017, 2018.

Con la expansión del Museo de Arte Moderno también la iluminación mejora. Emiliano indica que será un sistema muy versátil, que tiene calidad y precisión en las lámparas. No es solo led, es combinación, lo que permitirá más posibilidades. “Es realmente un sistema de iluminación de alta gama”.

Mientras tanto, Álvaro Morales, director del Museo Pedro Nel Gómez, señala que el 80 por ciento del sitio ya tiene iluminación led y temperaturas de color adecuado. “La iluminación es fundamental. De eso depende no solo una buena apropiación del original de la obra, sino también su conservación. En los últimos años se ha venido evolucionando a pasos agigantados en materia de tecnología de iluminación, tanto que hoy día se hace obligatorio utilizar luces con tecnología led, con una adecuada temperatura de color, que es lo que nos ha permitido exhibir por más tiempo originales, sobre todo los que su soporte es el papel”.

Iluminar es, entonces, parte del arte que tiene exponer .

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