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¿Por qué a los libreros los asusta una nueva librería?
La biblioteca y el Fondo de Cultura Económica se unen para fortalecer la promoción de lectura.
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Desde diciembre de 2015 se realizan labores para fortalecer la estructura física de la Piloto. Terminarán a principios de 2018 y de inmediato abrirá el FCE. FOTO Edwin Bustamante
10 de octubre de 2017
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Los trabajos de fortalecimiento de la Biblioteca Piloto, iniciados en 2015, parecían centrarse en la infraestructura física, en hacer del edificio una construcción antisísmica, pero resulta que también están repotenciando su oferta de servicios.
En los últimos meses, la institución se ha acercado al grupo editorial Fondo de Cultura Económica de México para establecer una alianza que permita realizar juntos algunas tareas que les son propias a ambas.
Esta fue anunciada desde el 17 de septiembre, en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, por Shirley Zuluaga, directora de la Biblioteca, y José Carreño Carlón, director general del Fondo.
Ese día, el representante de la editorial dejó claro que a la librería que abrirá en la biblioteca, como uno de los componentes del proyecto, llegarán cerca de 20.000 volúmenes. Y que de 120 colecciones que tiene el gigante editorial traerá unas 60 a Medellín.
La directora de la Piloto dice que con esta integración la Biblioteca atenderá una parte de su nombre que poco se recuerda: de Medellín para América Latina, como quedó instituido en su fundación, a partir de una decisión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, en 1951. Shirley resalta la importancia de la apertura de esta entidad que les representa beneficios a la ciudad y a la entidad que ella dirige.
“La alianza con el Fondo de Cultura Económica va más allá de establecer una librería”, comenta. Además de venta de libros, tanto propios como de otras editoriales, lo que se busca es fortalecer la línea de preservación de las identidades locales, importante para la Biblioteca.
La Piloto tiene un archivo fotográfico con más de un millón 700 mil fotografías, y la Sala Antioquia, dedicada a las investigaciones de la cultura del departamento.
Con la alianza se desarrollará una agenda cultural que incluirá la divulgación de esos materiales por diversos medios, tales como exposiciones o publicación de libros, dice la directora de la Piloto.
Más lecturas
Para el director de los Eventos del Libro de Medellín, Diego Aristizábal, esta es una buena noticia para la ciudad. Cree que el FCE brinda una oferta cultural distinta a la que ofrecen las librerías en las ciudades locales.
En Bogotá, donde el Fondo tiene una sede, hay talleres de escritura, exposiciones permanentes, charlas sobre diversos temas del conocimiento, presentaciones de libros... “Es un centro cultural que mantiene un diálogo permanente con la ciudadanía”.
Le parece que la alianza repotenciará la Biblioteca, que abrirá sus puertas a principios de 2018 una vez concluyan los trabajos de mejoramiento, y también el sector de Carlos E. Restrepo, que tiene fuerza cultural para Medellín.
No todos están tranquilos
Sin embargo, hay quienes están preocupados por la llegada del gigante mexicano: los libreros. Al menos, varios de ellos.
Gloria Melo, de la librería Al Pie de la Letra, reconoce que al escuchar desprevenidamente la noticia, ella, como cualquier persona amante de la lectura, dice: “¡qué bueno!”.
“No me importa que llegue. La competencia es sana. Me preocupa, al igual que a otros libreros, que la Piloto no nos hubiera tenido en cuenta a los de Medellín o de Colombia para abrir un espacio allá y sí a una empresa extranjera”.
Otra inquietud está en si después entrarán más librerías de editoriales. “No vamos a pelear. Solo queremos que nos expliquen lo que pasa”.
Anuncia que las librerías Nacional, Exlibris, Centropolis, El Acontista y otras enviarán una carta a la directora de la Piloto para que les cuente el proyecto.
Diego Aristizábal dice que entiende su preocupación porque este es un sector muy frágil.
En la Piloto aclaran que esta no es un pacto caníbal. Esa unión beneficia la agenda cultural y la promoción de la lectura.
Shirley Zuluaga explica que no hubo convocatoria porque no se trata de un contrato sino de una alianza. Y dice que, por supuesto, en el desarrollo de los programas se adelantarán acciones que no afecten al sector librero.
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