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Mientras los medios registraban el tercer gran premio del novelista Pablo Montoya, oriundo de Barrancabermeja y profesor de la Universidad de Antioquia, otro docente de esa misma institución, Pedro Agudelo Rendón, celebraba en silencio su premio Casa de las Américas en la categoría Ensayo de tema histórico-social.
El jueves en la mañana Agudelo se enteró por un correo electrónico de que los jurados Pablo Mella, de República Dominicana; Berenice Ramírez López, de México, y Aurelio Alonso, de Cuba, decidieron otorgar el prestigioso galardón a su libro “América pintoresca y otros relatos ecfrásticos de América Latina”.
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Según el jurado, la obra del profesor del Departamento de Lingüística y Literatura -artista de formación-, “reinterpreta el concepto de imaginario, con el propósito de pensar creativamente a la América Latina en diálogo con la tradición cultural en sus múltiples expresiones”.
“En una prosa clara y elegante teje expresiones de la literatura latinoamericana con iniciativas de la denominada comunicación para el cambio social y con relatos de viajeros europeos del siglo XIX; así como convoca la fotografía periodística, expresiones de las artes plásticas contemporáneas que se intersecan con lo precolombino, y con la creatividad popular vehiculada en el lenguaje ordinario”, dice el concepto del jurado en la página oficial de la organización Casa de las Américas.
Agudelo dice que cuando leyó el correo electrónico, firmado por Roberto Fernández Retamar -presidente de Casa de las Américas-, se emocionó mucho porque el que ganó es un premio de gran prestigio.
“Sentí orgullo, pues algunos de mis escritores preferidos, como Eduardo Galeano o Ricardo Piglia, han obtenido el Galardón. Sentí alegría, también, cuando a la mañana siguiente se hacía oficial la noticia y se ponía en ella el nombre o la bandera de Colombia”, cuenta el docente.
Escritores colombianos de la talla de Enrique Buenaventura, William Ospina y Pablo Montoya -quien ganó este año en la categoría Narrativas por su novela Tríptico de la infamia- han sido merecedores del premio Casa de las Américas.
Para el autor, su libro no es un estudio pormenorizado y especializado, sino “un relato, a veces cercano a la ficción”.
América pintoresca, dice Agudelo, “devela los fragmentos de eso que llamamos identidad, pluralidad, pensamiento democrático, arte, literatura, en fin, de eso que podemos llamar estética, lógica, ética. ¿Qué hay más allá? Un intento por comprender nuestro lugar en el mundo como seres humanos, como latinoamericanos; y eso, también, hace parte de lo que imaginamos que somos”.