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Si los del Festival Internacional de Mimos y Clown prometieran silencio y risa, con eso solo tendrían una tarea enorme.
Sin embargo, Jader Clown o Jader Guerra —como todavía le conocen algunos—, director del Festival, pone la vara de la exigencia más alta aún: explica que los mimos no tienen que ser silenciosos, recuerda que los de la antigua Roma hablaban y que, al igual que los payasos, pueden hacer reír.
Enseña también que los artistas de expresión gestual y corporal cuentan historias con las que pretenden, no solamente emitir mensajes que provoquen sonrisas y carcajadas, sino que muevan las emociones humanas posibles: tristeza, ternura, sensibilidad... “Que se mueva lo que esté quieto en la mente”, dice Jader Clown.
No es solo cuestión de entretener. Y pone como ejemplo a Charles Chaplin, payaso y actor gestual que conseguía contar historias de una profunda crítica social. Con situaciones que movían a risa, sí, pero dejaban, a veces, una lágrima en la mejilla del espectador. Y esas obras son las que se recuerdan durante muchos años o, quizá, por toda la vida.
“La risa debe ser transversal a toda la obra, pero no la única emoción”, dice Jader.
Añade que el clown es el mismo payaso, aunque algunos teóricos pretendan encontrar alguna diferencia entre estos artistas y afirman que estos creen que el clown es un payaso teatral
Este año, el Festival llega a la edición número 20. Presentará más de 50 actividades. Incluye artistas de Argentina, Brasil, México, España, Perú, Ecuador y Colombia.
Y además de los artistas de la pantomima, reúne a otros de las danzas rituales y las artes circenses.
César Chirinos, artista peruano, cuenta que un festival como este contribuye a que germine la semilla del movimiento de la pantomima.
En su espectáculo, Fría mañana de primavera, cuenta la historia de un payaso vagabundo. Llega el nuevo día y, lejos de morirse, ¡amanece vivo! Y esta parece ser su tragedia. Una tragedia que, como las del ya mencionado Chaplin, está colmada de situaciones absurdas que hacen reír.
Para Jader Guerra, este Festival brinda la posibilidad de asistir a las obras de decenas de artistas de primer nivel de distintos países.
Por su parte, César Chirinos invita a la gente a disfrutar del Festival que alegrará a Medellín durante 10 días.
“La gente busca siempre la novedad. Y este festival ofrece mucho de eso. A pesar de que practicamos un arte antiguo, el gesto y el payaso no se ve comúnmente en televisión –dice Chirinos–. Por eso, cuando el espectador entra al recinto para presenciarlo y se encuentra con los artistas, la escenografía, las historias, se halla consigo mismo, con su memoria, su imaginación y sus fantasías. Es entonces cuando ocurre la maravilla”.