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¿Quién no recuerda las películas animadas de Disney donde Blancanieves era envenenada con una manzana y la Bella durmiente era maldecida por una bruja?
Aquellos filmes acompañaron a una generación, que ahora, adulta, ve de nuevo aquellas historias en las salas de cine con actores reales.
La tendencia de los estudios cinematográficos a reencauchar los cuentos clásicos con personajes de carne y hueso es un tema que se ha hecho recurrente en los últimos años. Maléfica y Cenicienta hacen parte de las últimas producciones, pero a futuro se esperan nuevas versiones de La bella y la bestia así como del rumor de un posible filme de Pinocho, que serían parte de esta inclinación.
“Los grandes estudios en el momento prefieren no arriesgarse con nada nuevo y van a la fija con estrellas de cine e historias conocidas, lo que asegura una gran entrada de taquilla”, explica el crítico de cine Jerónimo Rivera.
Además, les apuestan a los sentimientos que el público tiene por los relatos que de niños les leyeron sus padres o que les recuerdan sus días en la escuela.
Otro detalle que explicaría el porqué Cenicienta pasó de los dibujos animados a la realidad, es la necesidad de atraer más espectadores.
Así opina la crítica de cine Gloria Isabel Gómez, pues cree que la combinación de historias para niños con imágenes reales atrae tanto al público infantil como adulto.
“Además, la tecnología y los recursos que existen hacen posible situar actores reales frente al castillo de Cenicienta o poner a hablar a la madrastra de Blancanieves con su espejo”, sostiene la realizadora audiovisual.
Algunas de estas películas se apegan al cuento clásico, mientras que otras le dan un vuelco a la historia original, mirando la narración desde otros puntos de vista.
Según Gloria, este tipo de filmes también se aprovechan para darles un nuevo significado a los cuentos y emplear a los actores reales para darle diferente personalidad al personaje.
“Por ejemplo en Maléfica muestran el lado humano de la bruja como una madre bondadosa, algo que no se ve por ninguna parte en la versión animada de la película”, agrega Gómez.
Alicia en el país de las maravillas, Espejito, espejito y Blancanieves y el cazador, entre otras películas, son parte de esa oleada de cuentos clásicos que nacieron animados y que regresaron con escenas reales.
Las brujas, las princesas y los príncipes de carne y hueso seguirán en las salas de cine.