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Si Kurt Cobain estuviera con vida, hoy sería un señor de 50 años.
Tal vez con el cabello largo, ya no rubio como a sus 27 años, pero largo sí. Cabello cano que le recordaría esos años 90 que lo convirtieron en leyenda de la mano de Nirvana y sus amigos Dave Grohl y Krist Novoselic.
Sería un rockero vieja guardia, divorciado de Courtney Love, la mujer con la que se casó y tuvo una hija: Frances, que ahora con casi 25 años no recuerda bien a su padre, pues este falleció cuando ella tenía solo dos años.
Ya no cantaría con Nirvana. La banda ya no existiría, pues seguramente con la salida de Grohl para seguir con su carrera musical en solitario al fundar Foo Fighters, Kurt habría dado por finalizada la vida musical de la agrupación que con su grunge marcó una época en la música.
“Lo imagino componiendo canciones en solitario, haciendo lo que quisiera, viviendo una independencia musical absoluta”, explica el melómano y productor del Templo del Rock, Francisco Ortiz.
Viviría como una entidad del rock, como lo es Roger Waters o David Gilmore, integrantes de Pink Floyd. Individuales, leyendas que no necesitan de su pasado para seguir vigentes ahora.
El eterno líder de Nirvana nació hace 50 años en Aberdeen, una pequeña ciudad del Estado de Washington.
Sin embargo, fue en Seattle donde se dio a conocer con su música frenética pero a la vez nostálgica.
“En aquella época donde el heavy glam y el hard rock predominaban, Cobain cambió la atmósfera musical, hizo parte de esa transición, casi abrupta de sonidos”, expresa de nuevo Francisco.
A pesar de la corta discografía de la banda con tres discos de estudio: Bleach (1989), Nevermind (1991) e In Utero (1993), además del tal vez mejor desconectado que se ha hecho hasta el momento: MTV Unplugged in New York (1994), la muerte prematura de Cobain elevó su música más allá, convirtiéndola en leyenda, como lo es él ahora.
Kurt Donald Cobain ya no vestiría como en aquellos ya lejanos 90. Esos sacos de lana y algodón que usó en variadas ocasiones no harían parte de su armario.
Seguiría fumando, habría escrito algunos libros y esa rebeldía de la juventud, esa que le imprimió a sus canciones, estaría con él así su cuerpo ya no la expresara.
Seguro sus fanáticos, los nostálgicos, le pedirían un regreso con los integrantes de Nirvana para tocar una vez más Smell like teen spirit, Come as you are, About a girl o Pennyroyal tea. Y hasta lo habrían hecho así fuera por una sola ocasión, como también lo hicieron grupos tan célebres y de la trayectoria de Black Sabbath, Led Zeppelin o el ya nombrado Pink Floyd.
Ahora bien, hace un par de años se lanzó el documental Cobain: montage of heck, en el que el director Brett Morgen hizo un resumen de la vida del cantante hasta su muerte el 5 de abril de 1994.
Además en 2014, de manera póstuma, Kurt fue incluido con Grohl y Novoselic en el Salón de la fama del rock and roll. Hubiera sido una oportunidad más para ver a Nirvana junta de nuevo. Dos homenajes que fortalecieron más la leyenda de esta estrella del rock que hoy celebraría 50 vueltas al sol.
Por esto y más hay que decir ¡feliz cumpleaños Kurt Donald Cobain!.