viernes
7 y 9
7 y 9
Dos conciertos abren la temporada de música orquestal de la ciudad. Uno, esta noche y, otro, la de pasado mañana.
Hoy, la Orquesta Sinfónica Eafit presenta un programa integrado por el Concierto para Flauta y Orquesta en Re menor, de Aram Khachaturian, y la Sinfonía N° 1 en Do menor Opus 68 de Johannes Brahms.
La orquesta universitaria, dirigida por la maestra Cecilia Espinosa, será orientada por la batuta del director invitado Ricardo Jaramillo, quien rige las notas de la Nueva Filarmónica de Bogotá.
“Ya estuvo con nosotros el año pasado, cuando presentamos Cepeda Sinfónico”, recuerda Yimi Arley Marín, quien es el coordinador general de la agrupación.
Aram Khachaturian es un compositor armenio. Él, lo mismo que Serguéi Prokófiev y Dimitri Shostakóvich, han sido llamados los Titanes de la Música Soviética y son, sin duda, de los más importantes del siglo veinte.
Hijo de un encuadernador de libros, Khachaturian vivió entre 1903 y 1978.
La obra que interpreta la Sinfónica de Eafit esta noche, Concierto para Flauta y Orquesta en Re menor, la escribió originalmente para violín. Sin embargo, el mismo compositor, instado por un flautista amigo suyo, escribió la partitura para una flauta solista.
En ambas versiones, la orquesta no cambia ninguna nota.
León Giraldo es el flautista solista. Este músico es integrante de la Orquesta de Eafit. Presentó su solicitud a las directivas del conjunto para ser solista desde final del año pasado.
“Más que experto en Khachaturian o en Brahms—dice León Giraldo—, lo soy en flauta traversa”.
Al referirse a las dos obras del concierto inaugural, menciona que la del armenio demanda gran concentración del flautista y le exige desarrollar al máximo todas sus capacidades técnicas. El diálogo entre el solista y la orquesta es explosivo.
En cuanto a la sinfonía de Brahms, cuenta que el compositor alemán esperó hasta su madurez mental para componerla, a diferencia de la mayor parte de sus creaciones, que las elaboró en tiempos más tempranos de su vida.
“Este va a ser un concierto hermoso, con una gran orquesta, que incluye arpa, trompetas, cuatro cornos, maderas... Los espectadores disfrutarán de melodías bonitas, explosivas”.
El concierto es a las 8:00 de esta noche, en el auditorio Fundadores, de Eafit.
La Orquesta Filarmónica de Medellín tendrá su concierto inaugural de temporada pasado mañana, sábado.
El programa incluirá el Concierto en Mi mayor, de Johann Sebastian Bach; el Concierto N° 3 para Violín de Wolfgang Amadeus Mozart, y la Sinfonía N° 41 Júpiter, del mismo compositor.
“Desde el año pasado, presenté al Comité de Programación de la Filarmónica la propuesta para ser solista en este concierto”, revela Gonzalo Ospina, violinista y director asistente de la misma agrupación.
Las obras de Mozart son de gran lirismo, explica el concertista. En ellas, “el austriaco rinde un homenaje al canto del violín” y enfatiza en este asunto de que, en estas piezas, el violín tiene su voz muy destacada.
En las de Bach encuentra gran complejidad en el contrapunto, que se refiere a la relación entre las distintas voces independientes —o polifonía—, para alcanzar el equilibrio sonoro.
“Las cuerdas, en especial los violines, son las reinas de la orquesta, al lado del piano”, considera Ospina. “Por eso, a la gente le gusta mucho cuando el solista es uno de estos dos instrumentos”.
En el concierto habrá una conversación sonora entre el solista y la orquesta. Comparándola con una obra de teatro, existe un protagonista y un grupo de actores que consiguen completar la historia y crearle la atmósfera.
En la Filarmónica han adoptado la costumbre de abrir una charla, una hora antes del concierto, en la que Ramiro Isaza, experto en música, cuenta aspectos de la obra y de los compositores.
En las charlas de este año, comenzando por la del sábado, uno de los artistas participará durante unos quince minutos. No más de ese tiempo, para no sacarlo de la concentración que requiere para la presentación.
Estas conversaciones tienen el propósito de “acercar a los músicos a la gente. Que los espectadores perciban que no somos seres lejanos, sino personas como todo el mundo, pero con la fortuna de haber elegido la música como centro de nuestras vidas”.
Con un repertorio barroco, alegre y clásico, la Filarmónica inicia su temporada 2016. La cita será el sábado, en el Teatro Metropolitano, a las 6:00 p.m..