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Han pasado 40 años desde que la Casita de Nicolás abrió sus puertas. La institución sin ánimo de lucro se ha preocupado por el bienestar de cientos de niños cuyos derechos han sido vulnerados y muchos otros que esperan ser adoptados.
El 22 de agosto se realiza la séptima edición del concierto Una Nota con Amor, que celebrará por medio de la música todos los esfuerzos que se han hecho en pro de la niñez en Medellín.
El evento se llevará a cabo en el Auditorio Fundadores de la Universidad Eafit, a las 8:00 p.m., y los fondos recaudados en la boletería –que oscila entre 25 mil y 35 mil pesos– serán donados para la obra de la Casita, que ya ha contribuido a que cientos de niños hayan sido adoptados dentro y fuera de Colombia.
Una Nota con Amor contará con la participación del director austríaco Ernest Hoetzl y el paisa Juan David Osorio. Hoetzl es considerado un embajador musical de Austria y ha sido director invitado de orquestas como la New England Symphony, con una presentación estelar en el Carnegie Hall de Nueva York.
Los solistas también serán músicos de primer nivel: con Marianne Hoetzl de Austria en la flauta y el colombiano Javier Asdrúbal Vinasco en el clarinete. La flautista ha dado conciertos en más de 12 países y estudió en el Conservatorio de Klagenfurt de Austria.
El repertorio estará interpretado por la Camerata Jaibaná, grupo que ha apoyado el proyecto desde el primer concierto, el Ensamble Coral Macondo y el grupo musical folclórico La Colombina de la Universidad EAFIT.
El público podrá escuchar obras de Antonio Vivaldi, Piotr Ilich Tchaikovsky, Javier Álvarez Fuentes, Astor Piazzolla y Ariel Ramírez
Sumar esfuerzos
Cada año, AsoCasita, la primera asociación de padres adoptantes en el país, organiza esta actividad para recaudar fondos para que los menores tengan una mejor calidad de vida. “El gran objetivo inicial era sensibilizar a los padres adoptantes, como yo, para crear una red económica de apoyo para la Casita”, comentó Mónica Robles, directora de la Asociación.
Para ellos es muy importante que este lugar siga fortaleciéndose y buscan tener un enlace directo. Así han buscado contribuir en proyectos específicos como la formación de los papás y la integración de las familias.
Si bien la Casita tiene apoyo del Instituto de Bienestar Familiar (Icbf), ellos quieren que se desarrollen iniciativas como la renovación del comedor o invertir en la planta telefónica que se utiliza en la gestión del espacio.
“Uno busca la permanencia de la Casita en el tiempo, pensando en el futuro de los niños que quieran buscar sus raíces”, contó la directora.