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Un concierto para “ver con los oídos”. Así es anunciado el homenaje a Pink Floyd de la Orquesta Filarmónica de Medellín y la banda Tributo Ensamble.
Muchas etiquetas se han usado para definir a la banda británica, una de las más importantes de la música reciente, entre ellas, rock sinfónico o progresivo.
Pink Floyd es reconocida por las letras de sus canciones, la experimentación sónica y psicodélica, las innovadoras portadas de sus discos y sus elaborados y sorprendentes espectáculos en vivo.
Por ello, orquestarla resulta un reto. “Son dos lenguajes: el sinfónico y el rock. En este caso, los trabajos melódicos y rítmicos funcionan muy bien”, dice Juan David Osorio, director del montaje.
La batería, por ejemplo, es un instrumento en común de los dos formatos que permite juegos con facilidad. Combinar instrumentos eléctricos con la orquesta acústica es otro asunto: requiere amplificar y nivelar las salidas de los músicos.
Carlos Schlotterbeck, cantante principal de Tributo Ensamble, cuenta que una interpretación clásica floydiana es la dupla guitarra-voz, y en el trabajo conjunto con la orquesta se nota “un respeto por la fusión de las melodías. Acompañados con violines, flautas y trompetas, hay una mezcla perfecta”.
Los asistentes podrán disfrutar de temas como Shine on you Crazy Diamond, Another Brick in the Wall, Sorrow, Mother y Money.
Los arreglos fueron comisionados a Julio César Sierra. Los fondos recogidos serán destinados a la Fundación 1+1, que trabaja por el bienestar de niños con baja visión.
Un concierto para los amantes de una banda que llevó la experiencia sonora a otro nivel.