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“El rayo con punta de flecha dentro de un triángulo equilátero tiene la finalidad de avisar al usuario que hay piezas en el interior del producto que si las tocan las personas estas pueden recibir una descarga eléctrica”.
Con este párrafo inicia el manual de instrucciones de un televisor. Quien lo lee puede decir que aceptó la invitación de la Biblioteca Nacional de Colombia y el Ministerio de Cultura con su campaña “Lee lo que quieras pero lee”.
En esta, el propósito es que las personas se acerquen a las letras sin límite alguno. Todo lo que tenga palabras es una lectura. Hasta los breves y fragmentados mensajes enviados en las redes sociales. También indica que para empezar a leer, bien puede hacerse con las revistas del supermercado.
El espíritu de la idea, según lo expresa Consuelo Gaitán, la directora de la Biblioteca Nacional, en las promociones, es que por el camino de las lecturas simples o informales se llegue a otras más hondas.
Diego Aristizábal, director de los Eventos del Libro de Medellín, dice que quienes trabajan en la creación de hábitos de lectura, como él, viven ideando estrategias para convocar a las personas al libro y aplaude la iniciativa.
Está de acuerdo con que la lectura es un universo amplio y existen muchos senderos y formas de abordarlo. “Uno lee de formas simples —sostiene Aristizábal—, cuando va caminando o trotando, no con un libro en la mano, sino recordando, mirando, imaginando”.
Cree que estas campañas deben ir orientadas más a los adultos que a los niños, porque aquellos motivan a los muchachos con el ejemplo.
Pero hay quienes no están del todo de acuerdo con esta campaña. Les parece exagerado decir que cualquier cosa es leer. El escritor Memo Ánjel es una de estas personas. Después de decir que es buena la invitación a leer, aclara que una lectura es aquella que cuestiona y le muestra el mundo a quien la realiza. “¿Cuál es el contenido de lo que leemos? Esta es una pregunta necesaria”.
A Norberto Vallejo, director de El club de lectura, de Caracol Radio, esto le recuerda un foro de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en el que participó: “Dije: ‘lo importante es que la gente lea’ y alguien me replicó: ‘es importante orientar lo que se lee’”.
Y como Aristizábal, cree que es preciso que las campañas se dirijan más a los padres y maestros, que a los niños, para que aquellos ayuden a crear hábitos lectores en los menores.
Y aunque me llamen aguafiestas por contarles el final del manual con el que empezamos, se los transcribiré:
“El televisor está equipado con un ventilador para disipar el calor generado durante el uso normal. El giro del ventilador puede causar un ruido de vibración, pero esto no indica ninguna falla en el funcionamiento”.