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Algunos pasajes de las óperas de Mozart que se escucharon en el Teatro Adolfo Mejía esta semana en Cartagena, interpretadas por la orquesta alemana Die Kölner Akademie, fueron sonidos de otra época, más cercanos a un formato de concierto tipo cámara del barroco, que a uno de la modernidad.
Claro, sus instrumentos son antiguos. En palabras de su director, Michael Alexander Willens, “es como comparar un Rolls Royce o un Cadillac de hoy: seguramente tienen muchas más funciones que un sencillo Volksvagen, pero lo esencial permanece”.
La Kölner Academie es una agrupación con sede en Colonia, Alemania, que interpreta un repertorio que abarca desde el siglo XVII hasta el XXI utilizando instrumentos de época y colaborando con solistas invitados de renombre internacional.
Fue una de las orquestas invitadas más importantes del XII Cartagena Festival Internacional de Música. Algunas de sus muestras presentaron fragmentos de las óperas de Mozart (Las bodas de Fígaro, Cosi fan tutte y Don Giovanni). Estuvieron en La Heroica con algunos cantantes italianos entre quienes se destacaron Gabriele Nani y Sara Rossini.
El conjunto Kölner Akademie hace sus montajes a partir de ediciones críticas, un cuidado especial por la instrumentación, el número apropiado de intérpretes y su correcta ubicación en el escenario.
“Tratamos de recrear el sonido de los siglos XVIII y XIX que los compositores produjeron en su tiempo, en la manera en que se escuchaba entonces. Tratamos de darle a las composiciones ese especial sonido usando instrumentos ahora desconocidos”, comenta Michael Alexander Willens, batuta de la orquesta y encargado de hacer ese balance entre los vientos y cuerdas con instrumentos antiguos.
Los de la Kölner Akademie van desde violines con cuerdas de tripa (catguts), vientos de maderas con menos pistones, clavecines, percusión menor más pequeña y metales naturales.
Quién lidera la travesía
Según el director musical norteamericano, la importancia de estos es que recrean la música de esos años. “Los vientos de madera tienen menos teclas que las actuales. Técnicamente un menor rango dinámico y más dificultades técnicas, aunque el sonido es mucho más suave y grandioso”, explica.
El director estudió con John Nelson en la Juilliard School de Nueva York y fue alumno de Leonard Bernstein y Paul Vorwerk. Se ha especializado en la interpretación del barroco, el clasicismo, el romanticismo, y ha dirigido igual música contemporánea, como jazz y pop.
La revista inglesa, Gramophone, lo reseñó así: “Willens logra una presentación de estilo impecable y placentera, de una atractiva oscuridad”.
Su interés por redescubrir el pasado lo ha llevado a grabar más de 40 discos con este repertorio. Con la Kölner Academy ha recibido premios de la crítica por sus interpretaciones. Se encuentra actualmente en el proceso de grabación de la integral de los conciertos para piano de Mozart con Ronald Brautigam como solista al fortepiano. Estas grabaciones han sido aclamadas por la crítica.