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Durante los dos años que estuvo en Nacional el técnico Reinaldo Rueda rechazó ofertas tentadoras de clubes y selecciones, fiel a su palabra con los directivos. Ahora, aunque no lo reconoció públicamente, echó mano a su lealtad con su grupo de trabajo y renunció. Un valor que enaltece más al estratega vallecaucano.
A esta conclusión se llega luego de analizar, entre líneas, su intervención de ayer y escuchar fuentes cercanas al club que señalan discrepancias de conceptos entre uno de sus colaboradores con algunos líderes del equipo, situación que podía afectar la estabilidad del plantel.
“No quiero irme, sino que debo irme”, estas fueron las palabras que les dijo el pasado 28 de abril, en la celebración de los 70 años, a los máximos dirigentes de la Organización Ardila Lulle, y las recordó ayer.
“La idea era estar más tiempo no solo como entrenador, sino haciendo otras actividades que me agradan en docencia, capacitación, formación de entrenadores, hacer muchas cosas con los juveniles”, reconoció en Guarne, una cita a la que no quería ir pero a la que accedió por solicitud directa de Antonio José Ardila. Allí agradeció a todos los estamentos y resaltó la calidad del club, pero no permitió preguntas de la prensa que sigue indagó sobre los motivos de su dimisión.
“No estoy cansado ni enfermo, tampoco tengo pendiente otra cirugía y cuando me reintegré a labores lo hice con el aval del médico”, enfatizó en relación con su estado de salud luego de la intervención de cadera que le practicaron. Añadió que su mamá también está estable y que ese tampoco fue el motivo de su adiós al club antioqueño.
“En la vida uno va cerrando ciclos y son muchos los factores que te pueden llevar a ello. Pasa en todos los ámbitos y es de nobles reconocer y saber identificar cuando se deben cerrar por tu bien y por el de todos los que te rodean”, comentó Rueda sobre sus argumentos a la dirigencia.
Dijo que fue una decisión estrictamente profesional y que siempre se ha caracterizado por el trabajo en equipo “y tanto mis jugadores como mi cuerpo técnico son muy importantes para mí, son mi prioridad porque a través de ellos se logran los objetivos”.
Agradeció a los futbolistas -ya sabían sobre su renuncia- la mística mostrada el domingo: “No nos dejaron ir avergonzados, con la cabeza abajo y ese fue el regalo que nos dieron. Por ello la necesidad de abrir un espacio para oxigenarnos todos y dejar que lleguen nuevos aires y permita a la institución seguir su proceso. Para todos es prioridad la solidaridad, el respeto y la lealtad, es lo que siempre he pedido”.
Las puertas de Nacional, le recordó el presidente Andrés Botero, quedaron abiertas para él.