<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

“Ahora el reto es mucho más alto”: Rueda

Mundial de Clubes hizo que el técnico campeón de la Libertadores se quedara en Nacional, pese a las ofertas.

  • Reinaldo Rueda (59 años) entró en la lista de técnicos campeones de la Copa Libertadores. También se convierte en candidato para recibir el premio como mejor técnico de América. Un hombre de palabra y mucha disciplina en su trabajo. FOTO ROBINSON SÁENZ
    Reinaldo Rueda (59 años) entró en la lista de técnicos campeones de la Copa Libertadores. También se convierte en candidato para recibir el premio como mejor técnico de América. Un hombre de palabra y mucha disciplina en su trabajo. FOTO ROBINSON SÁENZ
31 de julio de 2016
bookmark

No habían pasado 24 horas después de ganar la Copa Libertadores con Atlético Nacional y Reinaldo Rueda ya estaba reunido con los directivos de la Organización Ardila Lulle con miras a los cuatro retos que tienen en el segundo semestre: Liga, Copa Colombia, Copa Suramericana y Mundial de Clubes.

Se enorgullece por ser el tercer colombiano en alcanzar esta distinción y disfruta repasando las imágenes del memorable 27 de julio en el Atanasio Girardot, pero sabe que el fútbol no da treguas y un arduo trabajo lo espera con el equipo verde, al que le dio el sí de continuar, pese a tentadoras ofertas.

¿Qué pasa hoy por su cabeza después de lograr un objetivo que tanto le costó?

“Estoy más eufórico que en el momento del título, cuando estaba como pasmado. Ahora, recibiendo mensajes de todas partes del mundo, viendo las fotos en los periódicos, los noticieros y las imágenes de televisión, me emociono más. Contento de haber alcanzado este gran logro para Atlético Nacional y emocionado por todo lo que significa, pero consciente de que ya pasó y el camino sigue. Hay que prepararse mejor, porque esto genera un compromiso más alto”.

¿En algún momento de la Copa sintió que se iba la ilusión?

“En este torneo hay momentos frágiles, hilos muy delgados en cada partido, semanas difíciles de asimilar el tema de la doble competencia que nos tocó. Pero todo se fue dando: la meta, el sueño, la ilusión. El día que me presenté ante los jugadores, les hice la invitación de que nos brindaran esto, les recordé que estábamos ante un grupo selecto de futbolistas, que todos en el club queríamos ser campeones de América y que ellos ya habían ganado todo a nivel nacional (Liga, Copa, Superliga). Que había una asignatura pendiente, que ese era nuestro propósito y por eso habíamos llegado a Nacional. Lo hicimos, lo caminamos con mucha convicción, con dificultades, pero gracias a Dios hoy disfrutamos de este gran logro”.

¿Cuál fue ese instante tan difícil... cuándo se creyó que iban a desmantelar el equipo?

“Hubo varios, como cuando se dio la salida de jugadores, las distracciones, las tentaciones que vivíamos o en cada viaje, con todo lo que significa el mercado internacional. El tema mental de los muchachos por los ofrecimientos que recibían. El resultado acá ante Rosario, cuando ponía difícil remontar ese 0-2, pero siempre confiando en la integridad de los jugadores, su calidad. Poco a poco se fue resolviendo todo, hablando mucho individual y colectivamente. Haciéndoles ver lo exigente del campeonato y lo importante que significaba para nuestras vidas, para nuestra profesión esta Copa. Cada día construyendo ese equilibrio mental para alcanzar el título”.

Lleva dos clasificaciones al Mundial con Honduras y Ecuador, la Liga con Nacional, la Libertadores... ¿Hacia dónde mira ya?

“En el fútbol no sabe dónde está el futuro de uno. Siempre comprometido en hacer buen trabajo y por el momento con la ilusión del Mundial de Clubes, que es lo que se merecen Atlético Nacional y Colombia. No será fácil por el tema de calendario, por lo que significa la reconstrucción del equipo”.

¿Ese Mundial aplazó su decisión ante las ofertas que tiene?

“Hubo muchas tentaciones, las hay aún latentes, ofrecimientos muy atractivos en proyectos deportivos y económicos. Pero indudablemente está ese compromiso con Nacional, el deseo de parte nuestra y de los directivos de continuar con lo pactado. No será fácil llegar en buen nivel a ese reto, encontraremos factores adversos pero la tarea es resolverlos”.

¿Sí tuvo tiempo de celebrar con la familia y su gente?

“Los momentos que vivimos en el estadio, en la cancha. Fue una bendición de Dios llegar a estas instancias, con el cariño de la gente que quiere tanto el equipo. En el camerino compartimos en familia, hubo sentimientos encontrados, nostalgia, por la partida de Marlos, Alexánder y Dávinson. Después, todo normal. El jueves ya estábamos trabajando con los directivos”.

¿A quién recordó en el momento que levantó el trofeo de campeón?

“Justo dos días antes de este logro, el 25 de julio, mi padre Blas Antonio cumplió tres años de haberse ido... Pensé en que si él estuviera habría disfrutando con nosotros”.

¿Este ha sido un año de mucho trajín para usted?

“Esta es una profesión exigente y más por la responsabilidad tan grande ante Nacional y su afición. Disfrutamos cada momento, nos recuperamos del desgaste de los viajes, fuimos casi cuatro veces al sur. Siempre con el respaldo familiar, a veces a la distancia, pero con la estabilidad emocional para poder superar los obstáculos”.

¿Le dedica este título a alguien en especial?

“Esta afición antioqueña se lo merece todo. La de Nacional es la más grande de Colombia. Ellos lo anhelaban hace muchos años, niños, adultos, gente mayor, es para ellos. Hay personas, como el doctor Roberto Hoyos Ruiz, que ha sido como un apóstol, que ha estado a nuestro lado desde la presentación con Nacional, fue el que más disfrutó nuestra llegada al club. A nuestras familias, a mi madre, mi hermano que han estado cerca. Los directivos que han sido generosos en el respaldo afectivo especialmente, con esa calidad humana que tienen; ellos hacen un trabajo silencioso pero efectivo. A la parte administrativa, a mi grupo de trabajo, a toda la gente que ha construido esto durante años. Muchos se merecen esta alegría”.

¿Ser uno de los tres campeones de Libertadores que tiene el país, qué significa?

“Es un privilegio compartir con dos seres humanos que nos marcaron el camino, excelentes profesionales, abrieron las puertas y nos demostraron que sí se podía. Cada uno en su momento con grupos diferentes como lo hicieron Francisco Maturana y Luis Fernando Montoya, a quienes admiro y respeto y con los que tengo una gran relación. De ellos hemos aprendido mucho, estar a su lado es una distinción para mí y el resto del cuerpo técnico”.

Usted siempre ha dicho que quiere dirigir en Alemania, ¿también mantiene la ilusión de volver a la Selección Colombia como lo añora mucha gente en el país?

“Dios me ha puesto pruebas en el camino y no he irrespetado ni atropellado a nadie, todo lo que se me ha brindando ha sido de la mano de Dios y el fútbol me ha abierto puertas. La ilusión de dirigir en Alemania la mantengo, lo de la Selección nacional ustedes saben que fue el sueño negado por varios factores y que seguro que también, con el respeto que se me merece el fútbol colombiano y todos los que están con esa responsabilidad ahora, todo tendrá su momento. Si es para bien del balompié criollo aportar nuestra capacidad, conocimiento, experiencias y pasión de trabajo, es un tema para analizar. Pero siempre con el respeto por todas las instancias y los términos en que se presente la situación”.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD