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El renacer de Alcatraz

Fortalecido por una segunda oportunidad de vida, Gilberto está alcanzando su nivel con Nacional.

  • Gilberto Alcatraz García se esfuerza en las prácticas verdes para mejorar su nivel. FOTO Juan Antonio Sánchez
    Gilberto Alcatraz García se esfuerza en las prácticas verdes para mejorar su nivel. FOTO Juan Antonio Sánchez
03 de mayo de 2015
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El 10 de enero de 2014 Gilberto Alcatraz García volvió a nacer tras salir ileso de un grave accidente. Hoy, 14 meses después, reencuentra su fútbol con Atlético Nacional. Es el segundo capítulo de su vida, una etapa que ha podido sobrellevar gracias a su esposa Paola Narváez y a su hijo, el pequeño Thiago.

Ese segundo capítulo empezó con su regreso a Colombia para jugar con el Medellín en febrero del año pasado. Alcatraz volvió de España, país en el que había jugado con el Real Valladolid. Necesitaba estar cerca de su gente para dejar atrás el trauma del accidente automovilístico.

“Cuando me accidenté estaba en un tratamiento en el que me recetaron pastillas para conciliar el sueño. Ese día tuve un ataque de ansiedad, salí a la calle y me quedé dormido manejando, y el carro se volcó. No podía mover mis piernas y pensé que mi carrera había terminado, lloré como un niño pequeño, pero Dios lo evitó”.

Le cuesta recordar ese episodio, además por las especulaciones en las que se habló de que andaba borracho. “En mi carrera he sido tranquilo, muy familiar, nunca he tenido escándalos y duele cuando la gente te juzga sin razón”.

Por eso le gusta hablar de temas amables. Acepta que en el DIM no encontró su mejor forma de juego, pero sabe que en Nacional ha mostrado pinceladas del Alcatraz que llegó a la Selección Colombia, ilusión que tiene nuevamente y más teniendo en cuenta que los laterales de Colombia no pasan por su mejor momento.

Un buen chef

Habla de la cocina con el mismo conocimiento que el fútbol y cree que cuando termine su carrera podría dedicarse a ser chef. Su padre, el primer Alcatraz del fútbol colombiano, fue su maestro. “Era pescador y futbolista. Se lanzaba al mar como un alcatraz y de ahí le surgió el apodo. Me enseñó cómo preparar el pescado y, además, le seguí los pasos en el fútbol”.

Al final fue su madre la que pulió sus habilidades culinarias: “mientras viví solo no hubo día que no la llamara. Empecé a hacer muchos platos y mi familia me decía que me quedaban ricos. Cuando tengo un rato libre soy yo el que arma el restaurante en la casa”.

Es vallenatero a muerte, se sabe todas las canciones de Diomédez Díaz. “Era lo que escuchaba desde niño. Canto a todo pulmón sus canciones y no hay una que me guste más que otra”. Prefiere reír que llorar y por eso únicamente va a una sala de cine si hay una película cómica: “desde la muerte de mi padre, cuando yo tenía 14 años, me hice la promesa de que iba a ser feliz, a disfrutar de mis seres queridos y de las cosas buenas que me lleguen. Mi padre siempre estuvo a mi lado y seguí entrenando fútbol porque él creyó en mí, pese a la incredulidad de mucha gente. Fue un reto en mi vida y lo saqué adelante”.

Son ya 9 años de carrera profesional desde que debutó en el 2006: “estoy muy agradecido con el Medellín que me volvió a abrir las puertas en el país y con Nacional, una institución en la que me siento pleno”.

Su hijo Thiago está próximo a cumplir los 3 años y dice que es la mayor bendición de su vida. “El día que lo tomé en mis brazos por primera vez le hice la promesa de que los sostendría hasta que pudiera caminar por su cuenta en la vida. Cada que lo veo tengo una sensación de alegría plena e inmensa”.

1. Un hombre amante de los tatuajes

Tiene el cuerpo plagado de tatuajes y cada uno de ellos con un significado especial. El primero que se hizo fue de Alcatraz en la espalda y la fecha en que murió su padre.

2. Especialista de los tiros libres

Al final de las prácticas hace apuestas cobrando con sus compañeros. Es un especialista y ya lo ha demostrado.

3. Lo definen de buen amigo y compañero

Sus compañeros dicen que es de los que le pone más alegría al grupo. Es un hombre de mentalidad positiva y que no se amilana.

4. Su anhelo es regresar a la selección

Tiene 28 años y no se resigna a estar por fuera de la Selección Colombia, ese es su objetivo a corto plazo. Sabe que tiene que hacer méritos.

5. Osorio destaca su polifuncionalidad

“He querido traer a Nacional jugadores que desempeñen sin problema varias posiciones y Alcatraz me ha dado esas opciones”, dice el técnico.

6. Volver al exterior no es una prioridad

Alcatraz está feliz en el país y no se desespera por volver al fútbol de afuera: “el tiempo de Dios es perfecto para todo”.

7
equipos de Colombia han contado con Alcatraz: Tolima, Bucaramanga, Cali, Pasto, Caldas, DIM y Nacional.
2013
eue el año en que jugó en España con el Valladolid, el único equipo en el que hasta ahora ha actuado en el exterior.
80%
de sus derechos deportivos pertenecen al Atlético Nacional. El resto es propiedad del Once Caldas.

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