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Quienes conocen a Juan Manuel Lillo rescatan en él su preparación, conocimiento, formación e inteligencia. Sin embargo, el revuelo que ha causado su designación como nuevo técnico de Nacional también desata incertidumbre, sobre la base de su historial (sin éxito como sus antecesores en el club verde), en especial en el tema del concepto técnico que maneja y que, para algunos observadores, podría generar un vuelco en el estilo de juego del recién coronado campeón de la Liga Águila-1 de Colombia.
Para Juan Castro, periodista del Diario Marca de España, Lillo “es, en la actualidad, la cabeza de fútbol más privilegiada que tenemos, por su experiencia, conocimientos y conceptos, aunque esto no garantiza la victoria, pues la pelota y los jugadores serán quienes dicten sentencia en el campo”.
Además exalta que su llegada al verde le puede aportar una manera diferente de juego, “no la califico de mejor ni peor, pero considero que su estilo es de mayor posesión y se identifica con la idea de divertir al público, amén de la experiencia europea y el buen trato con el jugador”.
Uno de los cercanos a Lillo es el conferencista español Bartolomé Tolo Darder, quien manifiesta que Lillo tiene conocimiento de todos los jugadores de la institución. “Ayer hablé con él, ya conoce casi todo lo del equipo y creo que si el club no se desprende de muchos jugadores, podrá seguir por la misma línea y la filosofía de Juan Carlos Osorio, quien lo recomendó y de Reinaldo Rueda, quien dejó un listón muy alto”.
De igual manera dice que el estratega de 51 años es partidario del juego de ataque y posesión del balón, “cosas que intentó con Millonarios pero que no logró porque este cuadro no tenía los nombres que si tiene Nacional en nómina”.
Ese podría ser un inconveniente, ya que el mismo presidente de la institución, Andrés Botero, en la rueda de prensa anunció que la plantilla se va a reducir debido a que no tienen torneos internacionales, por lo cual están a la espera de la llegada de Lillo para definir quienes se quedan y quienes se van. Los únicos que la Organización Ardilla Lulle -dueña del club- pidió no dejar ir son Franco Armani y Macnelly Torres, quienes además tienen una cláusula alta de rescisión.
Algunos entrenadores nacionales consultados y que pidieron no publicar sus nombres manifestaron que aunque Lillo es reconocido como un estudioso y un entrenador muy inteligente, tienen dudas que esos conocimientos sean bien plasmados en el campo, ya que no es un técnico ganador.
Para Pedro Sarmiento ”el tiempo será el que dirá si fue la decisión más acertada”, ya que aunque recuerda algunas cosas de las que Lillo hizo con Millos, no es cercano ni a su estilo, ni a su trabajo y al manejo de grupo. “Sé y he escuchado muy buenos comentarios sobre él y sus conocimientos, ya serán los resultados los que dirán si el equipo sigue por la senda de las victorias, como está acostumbrado el hincha de Nacional”.
El presidente Botero afirmó que la decisión de traer a Lillo no fue apresurada, se tomaron el tiempo, confían en las capacidades y la trayectoria del español para seguir cosechando triunfos y glorias con el club.