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¿Para que sirve la amplia chequera en un equipo si los de menores recursos siempre lo ponen en aprietos? Esa es la pregunta que se hacen muchos hinchas de Nacional que no entienden porqué 9 de las últimas 12 derrotas en Liga han sido ante equipos “chicos”.
Más preocupante aún es que tras la caída ante el Chicó, el técnico Juan Carlos Osorio manifestó que el club ajedrezado los superó en combatividad. Según los diccionarios de la lengua española, a lo que se refirió el entrenador es que el equipo dirigido por Eduardo Lara tuvo mayor agresividad, lucha y tenacidad.
Cuestión alarmante, porque son características que tienen que ver con la actitud. Esa que ha sido cuestionada constantemente por Osorio y en la que sugiere que cada que Nacional enfrenta a equipos supuestamente más débiles sus jugadores tienden a relajarse.
“No se si lo hacen de manera inconsciente pero estamos trabajando fuertemente para que enfrenten con la misma actitud a todos los rivales porque hay que marcar diferencia ante estos”, aseguró el timonel verde, que le quiso restar importancia a la polémica que se armó por la sugerencia que le hizo al presidente del Chico Eduardo Pimentel respecto a la forma como increpó al árbitro del encuentro tras el primer tiempo en Tunja.
En la rueda de prensa Osorio dijo que fue un acto “inapropiado, inoportuno, vulgar y arrogante”, del directivo.
“Conozco a Eduardo y ya dije lo que le debía decir; no tengo más para hablar de ese tema”.
Hoy más que nunca, ante el Cortuluá (6:00 p.m.) Nacional necesita de una victoria para poder viajar a Argentina convencido de que puede vencer a Estudiantes y recuperar opciones en la Copa Libertadores.
“Este es un equipo grande y lo debe demostrar partido a partido. Tenemos los jugadores para pelear en ambos torneos, pero esto no es hablando sino ratificándolo en la cancha”, dijo Yulián Mejía, que regresaría hoy a la nómina titular del verde.
Así que el juego de hoy en el Atanasio es el comienzo de una semana crucial para el elenco antioqueño, que puede sacarlo de la irregularidad o sumirlo en una crisis.